«Vi a la gente dirigirse al chekpoint. Seguí a la multitud y de repente nos encontramos en el oeste de Berlín» (Angela Merkel). Era una día de noviembre de 1989 y después de 28 años, el muro había caído. Todavía hoy encuentras huellas de esa construcción tan terrible como famosa.¡Bienvenidos a Berlín, una ciudad dividida por el muro!
«Berliner Mauer 1961-1989» es la inscripción que mas se repite en el pavimento de Berlín para recordar que por ese punto pasaba el muro. En realidad, no haría falta porque la ciudad muestra múltiples señales de una cicatriz difícil de borrar. A pesar del muro, los alambres de púas y los guardianes armados, miles de ciudadanos de la RDA (República Democrática Alemana), también llamada Alemania Oriental o Alemania del Este se atrevieron a huir a Berlín Oeste.
Saltar el muro era una empresa muy peligrosa y hasta 1989 consiguieron hacerlo unas 5.000 personas, héroes que lograron alcanzar la libertad. Por el contrario, se estima que entre unas 150-200 personas pagaron con su vida ese deseo no alcanzado. El gobierno de la RDA reaccionó de manera brutal contra los intentos de huída. Odio, rencor y animadversión se conjugaban en Berlín, una ciudad dividida por el muro de forma cruel.
Contenido
Vayamos al principio del conflicto
Después de la Segunda Guerra Mundial (1940-1945) las potencias vencedoras dividieron la ciudad de Berlín en cuatro sectores, convirtiéndolo en objeto de controversia, ya que ahí se enfrentaban las ideologías opuestas a la Unión Soviética comunista y de los aliados. La ciudad, ubicada en el centro de la RDA fundada en 1949, se convirtió en frente de combate. El Oeste, la parte libre a la que huían miles de ciudadanos de la RDA, era una constante irritación para el gobierno socialista. Durante el bloqueo de la URSS a Berlín Oeste, los aliados occidentales abastecieron a los habitantes por medio de un puente aéreo. El 17 de junio de 1953 un levantamiento popular en el Berlín Este produjo una gran conmoción en el régimen de la RDA.
Cuando el flujo de refugiados de la RDA llegó a su punto culminante en 1961, el gobierno comunista decidió eliminar el «refugio» en Berlín Oeste. Berlín quedó dividida en cuatro sectores: el estadounidense, el británico, el francés y el soviético. El sector oriental formado por los soviéticos pasó a formar parte de lo que a partir de ese momento se conocería como la República Democrática Alemana (RDA) y el sector occidental, formado por los estadounidenses, británicos y franceses, pasó a formar parte de la República Federal Alemana (RFA).
La construcción y caída del muro
El 13 de agosto de 1961 a medianoche, unidades armadas de la RDA comenzaron a cerrar el límite de 155 kilómetros entre Berlín Este, la RDA y Berlín Oeste. A través de la ciudad se colocaron barreras antitanque y alambradas. Las potencias occidentales, sorprendidas por la acción minuciosamente planificada, admitieron la división de facto y se convirtió en Berlín, una ciudad dividida por el muro.
El gobierno de la RDA mandó construir un muro que atravesaba la ciudad, afirmando que esta construcción inhumana era para protegerse del Oeste agresivo. En verdad, el estado socialista encerraba a sus ciudadanos y separaba de forma brutal a familias, matrimonios y amigos. Ningún otro lugar simboliza la división de Alemania y del mundo como la Puerta de Brandenburgo en la plaza Pariser Platz, el monumento mas representativo de Alemania. Construida en 1791 y muy dañada durante la Segunda Guerra Mundial, el monumento quedó en la parte oriental de Berlín perteneciendo a la RDA. Estuvo cerrada hasta la caída del muro.
Hoy, la Puerta de Brandeburgo es un monumento que se yergue en favor de la paz y de la tolerancia. Es un símbolo de victoria pero no de victoria bélica, cómo cuando fue atravesada por Napoleón y Hitler, sino de victoria a través del diálogo y el respeto.
El 9 de noviembre de 1989 llegó por fin la caída del muro de Berlín, algo que durante décadas los berlineses y berlinesas esperaban ansiosos. Tras anunciar la RDA en la radio que el paso hacia el oeste estaba permitido, los ciudadanos acudieron en masa hacia el muro y empezaron a derribarlo con sus propias manos. Unas míticas e históricas imágenes que guardamos en la retina.
La guerra fría
Podríamos considerar la Guerra Fría al periodo que va desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta finales de los 80 con la caída del muro. Son 45 años en los que el bloque Occidental (capitalista) y Oriental (socialista), liderados por Estados Unidos y la Unión Soviética respectivamente, estuvieron enfrentados desde el punto de vista militar, político, económico, social, ideológico e informativo.
Los historiadores consideran tres etapas fundamentales. La primera Guerra Fría (1947-1962), la época de la “coexistencia pacífica” (1963-1978) y la segunda Guerra Fría (1979-1989). Entre las consecuencias de la Guerra Fría, se encuentran las siguientes: Estados Unidos y la URSS acumularon gran cantidad de armamento atómico.
Estados Unidos se convirtió en la principal potencia del mundo y la Unión Soviética acabó derrumbándose debido a sus debilidades económicas dando lugar al final del comunismo. Aunque se forjaron muchas tensiones entre ambos bloques y llegaron en varias ocasiones al borde de la confrontación, nunca se enfrentaron militarmente de forma directa, a pesar de que ambas eran las únicas superpotencias del planeta.
Durante la primera etapa de la Guerra Fría, Estados Unidos creó la alianza militar de la OTAN en 1949, con el objetivo de frenar la influencia soviética en Europa. Por su parte, la Unión Soviética respondió a la creación de esta alianza con el establecimiento del Pacto de Varsovia en 1955. Con la caída del muro y por tanto, del bloque del Este se llegó a la disolución oficial, aceptada por la Unión Soviética, formalizada en una reunión en Praga el 1 de julio de 1991.
El día 3 de diciembre de 1989 concluyó la Cumbre de Malta, una reunión celebrada entre el presidente estadounidense George Bush y el líder de la Unión Soviética Mijaíl Gorbachov con la que se declaraba el fin oficial de la Guerra Fría, un conflicto que se extendió durante casi medio siglo.
Sin duda, el símbolo mas conocido de la Guerra Fría y la división de Alemania es el muro de Berlín.
Estaciones fantasma de metro
El muro estaba levantado en la superficie pero ¿qué pasaba en el subsuelo?. El metro funcionaba y conectaba Este y Oeste pero saber que en el subterráneo los trenes seguían circulando, suponía una tentación de fuga demasiado arriesgada. Para ello se crearon estaciones de metro fantasma. Dos líneas de la U-Bahn, la U8 y la U6 fueron cerradas, al igual que una línea del S-Bahn. Estas líneas atravesaban Berlín Oriental en su recorrido entre dos secciones de Berlín Occidental. La RDA hizo pagar muy caro a Berlín Oeste el privilegio de permitir a sus trenes circular por su territorio, recaudando gracias a ello decenas de millones de marcos.
Algunas estaciones desaparecieron completamente de la superficie, como si nunca hubieran existido. En otras, los muros construidos formaron un complejo sistema de barricadas, creando mundos completamente separados. Por ejemplo, en Alexander Platz el muro construido para bloquear al acceso a la U8 creó un pasillo para acceder a las líneas 2 y 5, en el que nada hacía sospechar que al otro lado había una estación por donde circulaba una línea del oeste.
Hay estaciones que se han congelado en el tiempo y pueden ser visitadas. Todavía mantienen los mismos materiales con la decoración de la época y te transportan a aquellos terribles años. Y de nuevo en la superficie, ver las torres de vigilancia, en la llamada Franja de la Muerte, que debían atravesar aquellos que intentaban huir. En algunas zonas como la Potsdamer Platz, llegaba a los 500m.
El muro hoy
Actualmente se puede ver más de un kilómetro del antiguo muro en el East Side Gallery. Es uno de los lugares imperdibles si visitas la ciudad y la mayor parte del Muro de Berlín que todavía sigue en pie. En 1990, más de 100 artistas de más de 20 países decoraron este tramo interior del Muro con murales. Pasear junto a él es un experiencia única.
Sin duda uno de los murales más famosos es el de un beso entre dos hombres. Uno es el líder de la Unión Soviética, Leonid Brezhnev, y el otro, el presidente de la República Democrática de Alemania, Erich Honecker. El mural reproduce una fotografía tomada en 1979 durante la conmemoración del 30 aniversario de la extinta República Democrática Alemana (RDA). Dicen que se produjo de verdad. Un año después de la caída del muro, el artista ruso Dimitri Vrubel pintó la escena en uno de los bloques del East Side Gallery. La acompañó de unas irónicas palabras escritas a grafiti: «Dios mío, ayúdame a sobrevivir a este amor mortal».
Otros murales del East Side Gallery también interesantes y que nos recuerdan a Berlín, una ciudad dividida por el muro:
Además de East Side Gallery, hoy en Berlín, aún se pueden encontrar tramos del muro por muchas partes, como restos y memoriales: el Memorial del Muro de Berlín en la Bernauer Strasse, el Memorial de Hohenschönhausen, una prisión preventiva creada por la Stasi y en el verde Mauerpark.
Berlín en la actualidad
Después de los días oscuros del telón de acero y una vez derribado el Muro con un nuevo orden mundial, hay que tomarle el pulso a la ciudad fetiche para toda una generación. Berlín juega al despiste sin un centro bien definido. El transporte público es imprescindible porque las distancias son maratonianas entre Este y Oeste. En breve se cumplirán 34 años de la caída del Muro y las diferencias entre ambos no han desaparecido del todo, a pesar de las mil y una obras que van cosiendo sus calles. Es habitual un paisaje de grúas y zanjas además de las enormes tuberías cuyo misterio desvelé en este viaje.
La capital alemana, construída sobre una ciénaga, necesita bombear agua cada vez que se construye un edificio. Estas cañerías en alto y pintadas de colores, cruzan toda la ciudad uniendo arte y funcionalidad. Un sello propio de Berlín. Muchos turistas asocian estos tubos con una intervención artística. Las tuberías rosas recorren más de cincuenta kilómetros y sirven para bombear el agua del suelo y transportarla a los canales, permitiendo que drenen los sótanos de la ciudad y facilitando las obras urbanas.
Al carecer de un único eje alrededor del cual se vertebre el resto de la ciudad, las caminatas pueden ser de órdago y la eficacia del metro, o las bicis -cada vez más populares entre sus habitantes- son opciones muy interesantes para moverse por la ciudad. Claro que siempre puedes alquilar el mítico Trabant -conocido popularmente como Trabi– el coche más popular de la RDA. Fue el vehículo comunista por excelencia y hoy podemos encontrar un museo dedicado a ellos.
Otros muros
Aunque sea el que más ríos de tinta ha hecho correr, el de Berlín no es el único muro que ha habido. Ahí está el que Israel ha levantado a los palestinos y que tuve la oportunidad de cruzar en mi viaje a Israel y Palestina en 2019. También el que prometió Trump a los mexicanos. O, sin ir más lejos, las vallas de Ceuta y Melilla.
Las alambradas de púas a ras de suelo, luego se alzaría una pared cada vez más inexpugnable, con las que se desayunaron por sorpresa los berlineses el 14 de agosto de 1961, cercenaron sueños y mutilaron libertades. Hasta entonces no había problema para moverse por una ciudad que se repartieron como buenos hermanos soviéticos, estadounidenses, británicos y franceses, después de vencer a Hitler. Incluso se podía elegir vivir en una zona u otra, ambas subvencionadas por los dos grandes bloques de la Guerra Fría. Todo ello terminó de improviso aquella mañana de agosto cuando los comunistas comenzaron a levantar el muro que separaría familias durante 28 años.
Ya se han cumplido tres décadas de la caída del muro y la capital alemana es una metrópoli global. Con una pletórica oferta cultural y un paisaje urbano que nos recuerda que ha renacido de sus cenizas. Ayer era Berlín, una ciudad dividida por el muro y hoy inagotable, viva y fiel a su historia.
Historia de Berlín: fechas clave
1806: Napoleón derrota a Prusia y ocupa Berlín; se lleva a Francia la Cuadriga de lo alto de la Puerta de Brandeburgo. Será devuelta a Berlín en 1848 1871: Bismarck hace de Berlín la capital imperial de Alemania unida después de la victoria en la Guerra Franco-Prusiana 1914-1918: El káiser Guillermo II inicia la Primera Guerra Mundial. La derrota alemana final desencadena la revolución y el fin de la monarquía 1933: Hitler, canciller de Alemania 1936: Berlín es sede de los Juegos Olímpicos 1939-1945: Se planifica y dirige la Segunda Guerra Mundial desde Berlín. En 1945 Alemania se rinde sin condiciones y pierde la guerra. El balance son entre 40 y 40 millones de muertos 1945-1947: Berlín se divide y gobierna entre las cuatro potencias aliadas: Gran Bretaña, Francia, EEUU y la Unión Soviética 1948-1949: Puente aéreo de Berlín. Los soviéticos cortan el acceso del transporte a Berlín occidental. Los aviones norteamericanos y y británicos mantienen los suministros 11 meses 1953: Las tropas soviéticas sofocan un levantamiento en Berlín Este 1961: Las autoridades de Alemania del Este (RDA) construyen el Muro el 13 de agosto 1963: El presidente de EEUU, JFK visita Berlín con su famoso «Ich bin ein Berliner» 1971: Erich Honecker elegido jefe de estado de la RDA 1989: El gobierno de la RDA se hunde y el Muro cae el 9 de noviembre 1990: Las dos mitades de Alemania se reunifican el 3 de octubre 1992: El Parlamento alemán instituye Berlín como nueva sede del gobierno aunque el traslado de toda la maquinaria estatal no se completa hasta 2003 2008: Se inaugura la embajada estadounidense en Pariser Platz junto a la Puerta de Brandeburgo 2019: Se celebra el 30 aniversario de la caída del muro de Berlín |