Rodeada de espléndidas capitales europeas, Bratislava puede pasar desapercibida para el turista. Podría definirse como pequeña, acogedora y atractiva. Incluirla en un viaje por Centroeuropa es un acierto. En nuestro caso, fue una combinación con Viena, separadas por tan solo una hora de trayecto por carretera. Eslovaquia pertenece a la Unión Europea y tiene Euro, a diferencia de su vecina República Checa que mantiene la corona checa como moneda. Vamos a descubrir juntos Bratislava la encantadora capital de Eslovaquia
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Bratislava, la capital de Eslovaquia
Los locales bromean con que la atracción principal de Bratislava es Viena. Sin embargo, esta pequeña y coqueta ciudad sorprende positivamente al visitante a medida que vas descubriendo sus encantadores rincones. La joven capital de Eslovaquia, país independiente desde 1992, tiene la peculiaridad de hacer frontera con dos estados, Austria y Hungría. Bratislava es su río, el Danubio y las montañas. Toda la ciudad está rodeada de verde, viñedos, parques y bosques, equipados con diversas rutas para senderistas y ciclistas. En realidad a tan solo diez minutos en coche del centro, se encuentra una gran zona forestal, que transita hasta el sistema montañoso de los Cárpatos.
Bratislava posee el encanto de las ciudades cruzadas por grandes ríos. En la cima de una de sus colinas se encuentra el Castillo de Bratislava, visita obligada y restaurado de las ruinas. Desde lo alto se obtienen impresionantes vistas del centro histórico y el regio Danubio, considerado uno de los ríos con más importancia de Europa.
El Danubio cruza 10 países europeos y las capitales de cuatro de ellos –Viena, Belgrado, Budapest y Bratislava– hasta desembocar en el Mar Negro
A Bratislava se puede llegar en avión -el aeropuerto se encuentra a 12 kilómetros del centro de la capital- en tren, coche, barco o autobús. Nosotras optamos por éste último desde el aeropuerto de Viena hasta el centro de Bratislava en sólo una hora.
Durante más de diez siglos, hasta el año 1918, la ciudad fue parte del reino de Hungría y posteriormente del Imperio Austro-Húngaro. Una nueva página de la historia de Bratislava comenzó después de la Primera Guerra Mundial, en 1919, cuando se convirtió en parte de Checoslovaquia. La caída del Bloque del Este en 1989 significó también el fin de Checoslovaquia como tal y la creación de dos estados: Eslovaquia y la República Checa, independizándose el uno del otro en 1992 -llamado «el divorcio de terciopelo» y la decisión nunca fue avalada por un referéndum- justo han celebrado el 30 aniversario de su independencia.
El Castillo de Bratislava
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Son varios los imprescindibles de Bratislava, la encantadora capital de Eslovaquia. Sin embargo un elemento es omnipresente: el castillo de Bratislava. Preside la ciudad desde una elevada colina y a medida que te vas acercando impone por su tamaño y majestuosidad. Flanqueado por una torre en cada una de sus cuatro esquinas, es el monumento mas representativo de la ciudad. Sus orígenes datan de la Edad de Piedra como primeros asentamientos y después ha sido habitado por celtas, romanos y eslavos.
Los primeros asentamientos en la colina del castillo datan de la Edad de Piedra y posteriormente ha sido habitada por celtas, romanos y eslavos. El primer castillo fue construido en el siglo X y en el siglo XI cayó en manos de los húngaros que lo incorporarían al sistema defensivo del incipiente Reino de Hungría. En los siglos posteriores el castillo fue reformado en varias ocasiones tras las sucesivos ataques sufridos en las guerras y en algunos períodos habitado por los monarcas húngaros. Tras la remodelación realizada en el siglo XVIII, el castillo adquiere la forma actual.
El Castillo de Bratislava es uno de los imprescindibles en una visita a la capital
En 1811 sufriría un gran incendio que lo arruinó casi por completo dando paso a su abandono y casi total destrucción hasta que en los años 50 se inician las obras de reconstrucción y recuperación del monumento. Hoy en día el Castillo de Bratislava alberga varias colecciones del Museo Nacional y se exhiben varias colecciones del Museo de Historia. El castillo abre de martes a domingo de 9 de la mañana a 17 horas. El precio de entrada visitando los museos es de 10 Euros. Si no queremos acceder a su interior para visitar las salas y los museos, podemos pasear por parte de la muralla y del castillo de forma gratuita.
Las sorprendentes estatuas en la ciudad
Mientras paseas por Bratislava, descubre sus originales estatuas de bronce. La más famosa de la ciudad se llama Čumil, un trabajador con cara de bonachón que asoma por una alcantarilla. Es especial porque no hay una semejante en otra ciudad del mundo. Čumil observa a los viandantes desde el pavimento, en medio de una esquina entre las calles Rybárska brána y Panská. Para evitar despistes de los conductores, existe una señal de tráfico advirtiendo de su presencia con el mensaje: «Man at work”.
No dejes de hacerte una foto con Čumil, uno de los personajes más famosos de la ciudad. Otra estatua muy solicitada es la de “Napoleón” a pesar de que parece ser no corresponde al personaje histórico.
Situada en la plaza principal y más bonita del centro histórico, la plaza Hlvané námestie y apoyado en un banco, encontramos a este soldado. En cualquier caso, resulta divertido fotografiarse con él. En la misma plaza y justo enfrente, tenemos a Strazna budka, otro miembro del ejército francés que se encuentra firme en su disciplinada labor dentro de la garita que forma parte de la estatua. Estas son las más famosas, pero puedes irlas descubriendo entre las callejuelas del casco antiguo. Un atractivo más de Bratislava, la encantadora capital de Eslovaquia
Puerta de San Miguel
En la época medieval, la ciudad estaba rodeada de murallas, y sólo se podía entrar y salir por una de las cuatro puertas fortificadas. La Puerta de San Miguel es la única de la ciudad que se ha conservado de las fortificaciones medievales y está entre los edificios más antiguos de Bratislava. Construida hacia el año 1300, su forma actual es el resultado de las reconstrucciones barrocas de 1758, cuando se colocó en su cima la estatua de San Miguel y el Dragón.
La calle peatonal Michalská va ascendiendo hasta llegar al arco situado bajo la torre. Si miras al pavimento encontrarás el kilómetro cero de Bratislava marcado de forma similar al que encontramos en la Puerta de Sol en Madrid. Podrás observar las distancias en kilómetros a diferentes ciudades del mundo. Una vez cruzas la puerta llegas a un pequeño y encantador puente con estatuas que resulta bonito cuando se acaba el día.
Catedral de San Martín, un imprescindible en Bratislava
Al llegar a Bratislava el primer monumento que encontramos fue la Catedral de San Martín, puesto que la estación de autobuses está muy cerca y nos pilló de camino hacia el hotel. Está situada casi a la salida del centro histórico debajo del castillo de Bratislava. Es una de las más antiguas de la ciudad -finales del siglo XIII en el lugar donde había una iglesia románica- De estilo gótico, fue la iglesia donde se coronaron los monarcas del Reino de Hungría entre 1563 y 1830. El primer rey húngaro en ser coronado fue Maximiliano II de Habsburgo, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico . En total se coronaron once reyes y ocho reinas.
La entrada a la catedral es libre y gratuita y merece la pena. De noche entre las brumas invernales y la iluminación resulta uno de los lugares atractivos del centro histórico.
El café más bonito de Bratislava
Seguimos nuestro periplo por Bratislava la encantadora capital de Eslovaquia y nos dirigimos al café más bonito de la ciudad: Konditorei Kormuth. Todavía es pronto y el establecimiento acaba de abrir sus puertas. Cuando entras te recibe una preciosa decoración interior con una bóveda completamente pintada y una exposición de pasteles y dulces tradicionales. Nos ofrecen probar el más típico, el bratislavské rožky una especie de pasta en forma de herradura que decidimos acompañar con chocolate caliente.
Se hacen a mano y son únicos no sólo por su gusto sino también por su apariencia. Se comenzaron a preparar en 1785 en el día de San Nicolás. Los ingredientes son: harina, mantequilla o margarina, azúcar, un poco de leche, levadura y huevos. Un servicio esmerado nos sirve con delicadeza. Fue un acierto conocer este lugar. Estuvimos solas charlando un buen rato y haciendo fotos en un entorno bonito y tranquilo. Muy recomendable.
La iglesia azul
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Uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad tienen color azul. Se trata de la Iglesia de Santa Isabel más conocida como iglesia azul. Es un edificio modernista ubicado a las afueras del centro histórico de Bratislava. Inicialmente estuvo destinada a ser la capilla de la escuela secundaria ubicada enfrente. Está dedicada a Santa Isabel de Hungría y se destinó a su mausoleo.
El templo se construyó entre 1909 y 1913 y su estilo modernista destaca con su color azul pastel que colorea toda la estructura. En su interior también predomina este color y los novios que se casan aquí lo hacen de blanco y azul. Resulta realmente original. Hasta el sacerdote que oficia la misa viste de azul.
Los callejones de Bratislava
Callejear por Bratislava es pasear por su centro histórico con bonitos y antiguos edificios y dejarte sorprender por sus calles empedradas que ascienden hasta el castillo. La calle Kapitulska en Bratislava en una mañana de invierno es encantadora. Solitaria y con un cierto misterio. Otras son Prepostka, Farska o Navisku, recorrerlas es una de las cosas que se pueden hacer en Bratislava. A pesar de que algunos de los edificios necesitan alguna restauración, es un paseo sosegado a pocos metros del bullicio del centro histórico. A mi me encantó pasear por estos callejones tan auténticos.
Las plazas más bonitas de Bratislava
Si tengo que elegir dos plazas de Bratislava, no tengo dudas. Ambas me robaron el corazón y están muy cerca la una de la otra. Se encuentran en pleno centro histórico y recomiendo visitarlas de día y de noche. La primera, ya nombrada anteriormente, es la plaza Hlvané námestie famosa por la estatua de «Napoleón». Vendría a ser la Plaza Mayor del centro histórico -el Staré Mesto- de Bratislava y es uno de los lugares más bellos de la ciudad. Está flanqueada por varias embajadas y el bonito Ayuntamiento Viejo desde cuya torre se aprecian unas vistas sensacionales de la plaza y el centro histórico. Tiene terrazas y cafeterías, es el sitio de la zona vieja en donde se concentra más actividad y ambiente. A pocos pasos está el café Konditorei Kormuth ya nombrado.
En el centro de la plaza se encuentra la Fuente de Maximiliano, dedicada al primer emperador coronado en la ciudad y construida como reserva de agua para combatir los incendios. Con la bruma invernal nocturna tenía un halo de misterio encantador.
Por la calle Kostolná, al lado de la torre del Ayuntamiento Viejo se llega a la Plaza del Primado, en donde se encuentra el Palacio del Primado, un notable monumento construido a finales del siglo XVIII como residencia de invierno del arzobispo. Entrando en el edificio -previo pago de 5€- y subiendo por las escalinatas se encuentra en el primer piso la Sala de los Espejos, un lugar histórico puesto que aquí fue donde Napoleón y Francisco II de Austria firmaron en 1805, después de la batalla de Austerlitz, lo que se conoce como la Paz de Presburgo. Si te sitúas en la Plaza del Primado frente al palacio, a tu derecha queda el precioso Ayuntamiento Viejo, uno de los monumentos más bonitos de Bratislava.
Ayuntamiento Viejo
El edificio del Stara Radnica -Ayuntamiento Viejo- que fue construido en el siglo XIV aunque con el tiempo ha ido experimentando diversas remodelaciones hasta adquirir la estructura que podemos ver en la actualidad. Cuando visito una ciudad, me encanta sorprenderme con lugares que aparecen por sorpresa y que no tenía previstos. Eso me pasó con el patio interior del edificio, una autentica preciosidad. Se encuentra el Mestske Muzeum –Museo Municipal- dedicado a la historia de la ciudad y en donde se exponen documentos y objetos históricos de la capital.
Sin embargo, lo que realmente vale la pena es subir a la torre del Ayuntamiento Viejo, comprando un ticket por sólo 2,5€. Se disfruta de una de las mejores vistas de 360 grados del centro histórico, de la Plaza de Hlavne Namestie y de la ciudad. Sin duda una de las mejores actividades para realizar en Bratislava la encantadora capital de Eslovaquia.
El plato típico de Bratislava
¿Qué comer en Bratislava?. La gastronomía eslovaca está condicionada por las características geográficas del país y su climatología. Eslovaquia no tiene salida al mar y, por lo tanto, el pescado precisamente no abunda en su dieta. El invierno es largo y frío y son frecuentes los ingredientes calóricos: carne, col cocida (kapusta), queso, harina y patatas. El plato eslovaco más típico que debes probar en tu viaje a Bratislava, la encantadora capital de Eslovaquia es el “bryndzové halusky”. Está cocinado a base de patatas -parecen unos gnocchis- con un queso de oveja especial llamado bryndza y bacon ahumado frito por encima. Tuve la oportunidad de probarlo en dos ocasiones y está rico. Lo consideran el plato nacional de Eslovaquia.
Existe tradición vinícola en los alrededores de la ciudad de Bratislava. Por tanto, es habitual disfrutar de una buena comida acompañada de un buen vino de la tierra. La cerveza también es una bebida muy típica y se sirven de medio litro. La Saris es la marca más comercializada y también se encuentran cervezas checas como la Kozel.
Datos prácticos de Bratislava
- Situada en el centro de Europa, al sureste de Eslovaquia, a sólo 60 km de Viena y de la República Checa
- Capital de Eslovaquia y la mayor ciudad del país
- Población: 462.603 habitantes (censo del 2021)
- El río Danubio cruza la ciudad de oeste a sureste
- Idioma: eslovaco
- Gobierno: República Parlamentaria
- Moneda: EURO
- Miembro de la UE y la OTAN desde 2004
- Salario mínimo: 623 €/mes (2021)
- Ciudad barata respecto a otras capitales centroeuropeas y segura
- Hotel recomendado: Apartamentos Calle Ventúrska, 14. Bratislava
- Restaurante recomendado: Café Verne. Hviezdoslavovo námestie, 175718. Staré Mesto, Bratislava www.cefeverne.sk
- Café recomendado: Konditorei Kormuth (www.konditoreikormuth.sk)
¿Qué te ha parecido Bratislava, la encantadora capital de Eslovaquia?. ¿Te animas a incluirla en tus próximos planes viajeros?. Déjate sorprender por esta preciosa ciudad centroeuropea y no olvides compartir tus comentarios. ¡Felices viajes!
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