Adiós, mi comandante. Cuba querida.

“Vivimos fuera del mundo”, decía nuestro guía en La Habana, un sexagenario infeliz en “su Cuba del alma”. “ÉL decide hasta lo que tengo que comer y no se equivoquen: es un sinvergüenza, no un loco. Quitó la Navidad… lo quitó todo”. En las palabras de Ernesto se percibía una profunda amargura. Era mi segundo viaje a la isla y faltaban cuatro años y cuatro días para la despedida del Comandante.

He tenido la oportunidad de viajar a Cuba en dos ocasiones. La primera en agosto del año 2000, ya superado lo que los cubanos denominan “el periodo especial”«Mi hijo nació en el periodo especial», me comentaban numerosas madres, con expresión triste.

La Habana

Ciertamente, fue un largo periodo de crisis económica que comenzó como resultado del colapso de la Unión Soviética en 1991, así como el recrudecimiento del embargo norteamericano desde 1992. Cuba entró en una fase de aislamiento económico cuya principal consecuencia fue la escasez de materias primas. Los barcos soviéticos con petróleo dejaron de llegar a la isla, no había combustible y los cubanos tuvieron que desplazarse a pie o en bicicleta.

Leche en polvo, medicinas y productos de primera necesidad escaseaban. El PIB cubano cayó un 38% y el país se sumió en una crisis sin precedentes. La población no tenia carne para comer, las estanterías de sus economatos estaban vacías. Sin embargo, los cubanos aguantaron estas duras condiciones. Todo un ejemplo de resiliencia. El fin del periodo especial fue progresivo, desde 1995 hasta 1997. Con la llegada de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela en 1998, Cuba encontró en este país un importante socio.

Rincón en Trinidad
En una de las carreteras de Cuba

 «Por favor, por favor, que no se nos muera Chávez», decían ansiosos los cubanos, cuando los recogíamos “haciendo botella”.  «Gracias a él, podemos aguantar económicamente», comentaban. El turismo salvó a Cuba. Y lo dijo Fidel Castro en 1995: «El turismo, una necesidad imprescindible de nuestra economía»

Mirando al otro lado de la costa, El Malecón
Simpatiquísimos niños cubanos 

Cuba es un destino único, inédito, inexistente en cualquier otro lugar del mundo: una sociedad precaria – con un elevado nivel cultural – en un entorno paradisíaco. Con internet y -casi todo lo demás- controlado por el gobierno y unas carencias propias de un país subdesarrollado. Hasta la educación y la sanidad públicas (orgullo del castrismo) están en decadencia. La inexistencia de la propiedad privada a favor de la propiedad estatal. A pesar de ello, en mi segundo viaje a la isla, en el año 2012, ya se apreciaban signos de una mayor apertura como en “los paladares” o en las numerosas habitaciones alquiladas en viviendas particulares.

Músico callejero cubano en La Habana

Cuba es una isla magnífica, en todos los aspectos: paisajes maravillosos, conversaciones emotivas y vivencias irrepetibles. Un lugar único: el Valle de Viñales, ubicado en la Provincia de Pinar del Río, a 178 Km de La Habana. Observar “los mogotes” entre la neblina del amanecer desde el Hotel Los Jazmines o La Ermita, es una experiencia inolvidable. Sólo comparable a las mismas formaciones calizas de la Bahía de Halong en Vietnam o la Bahía de Phang Nga en Tailandia. 

Amanecer en Viñales, uno de los escenarios más bellos que conozco

Conduciendo en un coche de alquiler hacia Viñales, cogimos a Jennifer en la carretera “haciendo botella” (autostop). Nos presentó a Randy que, a su vez, nos presentó a su amigo Eddy que fue nuestro guía en Viñales. El paseo a pie de varias horas guiado por Eddy, atravesando los campos del Valle fue delicioso. Saludando a los lugareños, deleitándonos con hermosos paisajes y, cómo no, charlando con Eddy. La conversación con los cubanos, es uno de los elementos más entrañables de Cuba.

“Gracias a la Revolución y al Comandante, vivimos en un país sin delincuencia, con la sanidad y educación gratuitas. Nuestros hijos pueden ir solos al colegio y no hay drogas», nos comentaba orgulloso Pedro en el pueblo de Viñales.

Nosotros acabamos la noche cenando en el paladar de Randy, mientras, Elier y Alex , nos deleitaban con son cubano. Me dedicaron el “Chan Chan”, mi canción cubana favorita. Aquel fue un momento mágico:

“El cariño que te tengo,
No te lo puedo negar.
Se me cae la babita,
Yo no lo puedo evitar «

Finalmente, el Comandante se fue. Pero Cuba sigue atrapada en el tiempo.

Nota: La película «Cuba a través de la cámara» del cineasta norteamericano Emmy Jon Alpert, actualmente en Netflix, narra magistralmente la historia del país a lo largo de cuatro décadas y a través de los destinos de tres familias cubanas. Alpert logró acceder a Fidel Castro en varias ocasiones y las imágenes con él nos dicen mucho del Comandante. Su último encuentro fue pocos días antes de su muerte, el 25 de noviembre de 2016 a los 90 años.

Autor entrada: Beatriz Lagos

Soy Bea. Me encanta viajar y fotografiar. Viajo desde siempre y siempre que puedo . Conocer , experimentar y rodar por el mundo.

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