África. Océano Índico. Estamos a 1000 kilómetros de Madagascar y a poco más de 3000 kilómetros de Maldivas. Cuando llevas unos días en esta isla, te sientes más cercano a la lejana India que a la próxima Madagascar. Los 177 km de costa están rodeados casi por completo de una barrera de coral. Este «rincón» del Índico Sur, se encuentra en un conjunto de islas frente a las costas africanas llamadas Mascareñas, la más atractiva: Isla Mauricio, una belleza salvaje en el Índico.


Como suele ser habitual en las islas, por aquí han «desfilado» varios colonizadores. Los primeros, portugueses allá por el 1505, posteriormente los holandeses, que le dieron el nombre de Mauricio en honor a un príncipe. Los franceses controlaron la isla durante el siglo XVIII y la llamaron «La Isla de Francia». Finalmente pasó a manos de los británicos. La independencia se consiguió a finales de los años 60 y actualmente forma parte de la Commonwealth. El idioma oficial es el inglés, pero también son populares el francés y criollo y el hinduismo es la religión mayoritaria. Estamos en el hemisferio sur y cerca del ecuador, gozando de un buena temperatura todo el año.
Isla Mauricio es una grata sorpresa en todos los sentidos: una isla volcánica con una hermosa naturaleza, preciosas aguas turquesas y un crisol de culturas, razas y religiones. Aterrizamos con Air Mauritius, después de más de quince horas de viaje, en un aeropuerto pequeño y discreto. Nuestro hotel se ubicaba en el sur de la isla, en la zona de Bel Ombre, a unos 70 kilómetros de la capital Port Louis.


Ya han pasado casi 15 años y por entonces Isla Mauricio no era uno de los destinos habituales, por lo menos en España. Se ha popularizado más en los últimos años, especialmente en los catálogos de luna de miel. Recuerdo nítidamente la llegada al Hotel Heritage Le Telfair, cansada de muchas horas de viaje.
La entrada en la luminosa recepción, fue un golpe de felicidad: luz, mucha luz, ya que era abierta al exterior. Rodeada de jardines tropicales y una arquitectura del XIX, en color blanco
Me enamoré del cuadro de la recepción y me alegraba el día cada vez que pasaba por allí. Un bonito sofá con vistas a las instalaciones del hotel, me retuvo sentada durante un buen rato disfrutando de la panorámica. Estaba en la antesala de unas fantásticas vacaciones.



El Hotel Heritage Le Telfair resultó ser una excelente elección. Sobrio y luminoso, con una bonita playa y diferentes opciones de restauración. Habitaciones excelentes. Un personal muy amable y atento. Piscina, spa… y todo para una estancia amena y confortable. Muy recomendable.

Además de playita, relax, sol y agua, hay mucho que conocer en esta isla. Una mañana mientras estábamos en la playa, un chico que apareció por sorpresa, nos ofreció una excursión a un lugar que parecía paradisíaco.
Negociamos precio y le dijimos que sí. Nos arriesgamos sin saber con quién y a dónde íbamos, pero la gente de Mauricio no inspira desconfianza, así que nos fuimos a la aventura. Y salió bien.
A la mañana siguiente y a la hora establecida, nos recogieron por el hotel. La primera parada fue en una casa a orillas del agua, en la que estaba la lancha que nos llevaría de excursión. Una chica, que creo recordar era la hermana del chico, se unió a nosotros. Empezamos a navegar con dos potentes motores surcando aguas turquesas rumbo a lo desconocido.

Hay varios picos que sobresalen en el horizonte, el más alto de la isla supera los 800 metros de altura y es bien visible desde cualquier punto de la isla. Son cráteres volcánicos extinguidos, bañados por ríos y cascadas y allí nos dirigimos en nuestra primera parada de una excursión que prometía, unas cascadas en las que te podías bañar sin bajar de la lancha. Después del bañito inesperado, la lancha se dirigió hacia un lugar increíble: una playa virgen salpicada por árboles, arbustos y arena blanca con aguas turquesas. Y nada más. Una costa diferente a las que había conocido hasta entonces.

Nuestros guías y acompañantes, empezaron a bajar bolsas y paquetes de la lancha. Era el utillaje y alimentos para preparar nuestra comida. Los dejamos trajinando y siguiendo su sugerencia nos fuimos a merodear por la zona. Un lugar idílico. Sólo naturaleza, en un equilibrio perfecto entre tierra y mar. Inspiré fondo mirando el mar para absorber todo aquello y retenerlo para siempre.
En pleno éxtasis, nos avisaron de que el almuerzo ya estaba preparado. Ni recuerdo lo que comimos. Seguí embobada, en aquel lugar especial compartido con una persona especial. Una imponente naturaleza virgen y nosotros. Un momento mágico.
Hay mucho más que ver en Isla Mauricio: la gran estatua de Lord Shiva en Ganga Tala, dicen que la más grande del mundo. En medio de una explanada en el centro de la isla, aparece este símbolo de la religión hindú, de pie y con su tridente en medio del lago. Si dedicas un rato a este lugar, se pueden ver las ofrendas que los fieles ofrecen en el lago y las familias fotografiándose en este lugar de culto religioso. Este lugar te transporta a la India.
El Parque de Chamarel, es una curiosidad interesante. Bosque, vegetación y cascadas. Con vistas espectaculares. Y la Tierra de los Siete Colores de Chamarel, paisaje formado por dunas de arena de un degradado de colores que va desde el marrón hasta el rojo. Los colores están separados por capas. El atardecer es el mejor momento para apreciar este fenómeno en toda su magnitud.

Finalmente, la ciudad más grande de la isla y capital del país es Port Louis. Vale la pena una visita al Mercado Central, considerado el mejor de la isla para comprar artesanía, especias y otros regalos.
Isla Mauricio: un pedacito de paraíso en el Océano Índico.
Datos prácticos:
La República de Mauricio se encuentra en el Océano Índico, relativamente cerca de Madagascar y a medio camino entre India y Sudáfrica. Desde España no hay vuelo directo. Se puede volar vía Paris con Air Mauritius, la compañía nacional o bien con las compañías aéreas del golfo pérsico como son Qatar Airways, Emirates etc..).
Para los ciudadanos de la Unión Europa, el visado se obtiene de manera gratuita en el aeropuerto sin coste alguno. El idioma oficial es el francés pero en la mayoría de los lugares turísticos, también, se habla el inglés
La moneda oficial es la rupia de Mauricio. A pesar de que el idioma oficial de Isla Mauricio es el inglés, los dos idiomas más populares son el francés y el criollo (mezcla de francés y otros idiomas africanos).

Respecto al clima, debido a su cercanía con la línea del Ecuador, las temperaturas suelen ser las mismas durante todo el año. Al ser un clima tropical, hay que tener en cuenta que puede llover en cualquier momento. Al pensar en Isla Mauricio lo asocias a resorts de lujo, viajes de luna de miel y playas de arena blanca. Cierto es que gran parte de los turistas buscan eso, pero también es posible encontrar alojamientos para todos los viajeros y presupuestos. Ya que, al margen de la zona donde estéis alojados, tendréis que disponer de un vehículo de alquiler para recorrer la isla, la ubicación del alojamiento no es tan relevante como en otros destinos.
Los hoteles de la costa oeste están más cercanos a los puntos de interés turístico de la isla y en su invierno (agosto y septiembre), el clima es más agradable. Aquí están presentes algunas de las cadenas de lujo más prestigiosas como son The Residence (situado en Belle Mare), One&Only Le Saint Geran (Belle Mare) y Le Touessrok (en Trou d’eau Douce) y The Oberoi en la costa oeste. Todos ellos increíbles pero muy caros. Hay opciones de hoteles más económicos y apartamentos.

Mi viaje fue en 2006, hace casi 20 años y la elección, el Hotel Heritage Le Telfair que actualmente se denomina Heritage LE TELFAIR Golf & Wellness Resort un cinco estrellas muy recomendable. Me encantó la ubicación en Bel Ombre, su playa privada, estilo, atención al cliente y servicios. Una magnifica opción para alojarse en Isla Mauricio.
En cuanto a qué ver en Mauricio, además de lo ya explicado, mi admirado Paco Nadal lo describe en detalle en su post «Cosas que hacer en isla Mauricio (aunque no te cases antes)»