La bella San Petersburgo

Fue Petrogrado en su fundación por Pedro I el Grande, pasó a ser Leningrado en la época soviética y hoy es la bella San Petersburgo. Una de las ciudades más impresionantes de Europa.La segunda urbe de Rusia después de Moscú tiene muchos atractivos y el mejor mes para disfrutarla es en junio, durante las «noches blancas», cuando el sol prácticamente no desaparece, la ciudad se tiñe de unos preciosos colores y la temperatura es benigna.                      

La bella San Petersburgo
Río Neva a su paso por Sant Petersburgo

Mi primera imagen de la ciudad poco tuvo que ver con lo que posteriormente conocí durante mi visita a la bella San Petersburgo. Llegué en tren a la estación ubicada junto a la histórica Ploshchad Lenina (Plaza de Lenin) presidida por una enorme estatua del revolucionario bolchevique que conmemora su llegada a la ciudad. 

Estatua de Lenin. Presidiendo la Plaza de Lenin y arengando a los trabajadores a su llegada a la ciudad en otoño de 1917

La primera impresión no fue precisamente amable: tráfico intenso, elevado ruido ambiental, un amenazante cielo gris plomizo y una estética soviética dura e impersonal. No me dejé impresionar negativamente e hice bien: San Petersburgo nada tenía que ver con aquello y en seguida me di cuenta.

La bella San Petersburgo
Anochecer en la Avenida Nevski

 

Tráfico denso en el centro de la ciudad y numerosos coches de alta gama

Avenida Nevski

Paseando por la bella San Petersburgo, te das cuenta de que el fastuoso legado de los zares supera con creces al de la época soviética. Un buen inicio es dar un paseo por la histórica Avenida Nevski, la arteria comercial por excelencia y la principal avenida de la ciudad. Puentes, palacios, cafés, librerías, restaurantes … de todo y más se puede encontrar en esta avenida de más cuatro kilómetros de largo. La oferta de souvenirs y la densidad de tiendas es elevada, en donde comprar el recuerdo más famoso: las matrioshkas, las muñecas tradicionales rusas, los socorridos gorros rusossamovarescajas lacadas, caviar o vodka. Y para las carteras más potentes, preciosos íconos rusos.

La bella San Petersburgo

Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada

Y paseando por la Nevski, se llega al canal Griboyedov en donde se ubica la iglesia más bonita y espectacular de la ciudad (y también la de nombre más largo): Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada. Erigida en el mismo lugar donde fuera asesinado el zar Alejandro II en 1881. Su hijo y sucesor, Alejandro III, decidió levantar una iglesia tradicional rusa en el mismo lugar en el que cayó su padre herido de muerte. Y se empleó a fondo: tardó casi 25 años en concluirla y la decoración tanto externa como en el interior es magnífica. Es una de las iglesias más impresionantes que he visitado.

La bella San Petersburgo
Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada

Todo el interior está ricamente decorado con mosaicos, murales de colores, lámparas y mármoles. Durante la revolución de 1917 la iglesia fue dañada y saqueada. En 1932 fue cerrada y abandonada. Usada como déposito de alimentos mientras fue sitiada la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial y finalmente reconstruida y reinagurada en 1997.

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Magnífico interior de la iglesia de la Sangre Derramada

Museo El Hermitage, en la Bella San Petersburgo 

La joya de la ciudad es uno de los museos más importantes del mundo: Museo El Hermitage. La colección del museo ocupa un complejo formado por seis edificios ubicados a orillas del Río Neva de los que destaca el Palacio de Invierno, antigua residencia oficial de los  zares, quienes iniciaron la colección privada a cargo de Catalina La Grande en 1764. La escalinata de acceso ya anticipa las maravillas de este lugar.

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Museo El Hermitage, San Petersburgo

 

La bella San Petersburgo
Escalera de entrada al Museo El Hermitage

Es tan espectacular el contenido como el continente. Cada sala supera a la anterior. Pasear por sus pasillos es sumergirte en un mundo de una riqueza ornamental sin igual. La pinacoteca, una de las mejores del mundo, alberga cuadros de Da Vinci, Raphael, Rembrant, Van Gogh … Una autentica joya que no hay que perderse. La cafetería (poco surtida y cara), permite hacer un descanso entre tanta obra de arte. Se requieren varias horas para realizar una visita general.

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Salón del Trono, Museo El Hermitage

 

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Salones del Museo El Hermitage

 

Retrospectiva en El Hermitage

 

La bella San Petersburgo
Salones del Museo El Hermitage

Plaza del Palacio frente al Palacio de Invierno, El Hermitage

El Museo El Hermitage se situa a orillas del Río Neva, corto pero caudaloso. Paseamos hacia el río, cruzando el Puente del Palacio para poder apreciar las espectaculares vistas y en las orillas los elegantes palacios y edificios. 

La bella San Petersburgo
El Hermitage con su fachada al río Neva

Fortaleza de San Pedro y San Pablo 

Allí, al fondo, se divisa la esbelta aguja dorada de la Fortaleza de San Pedro y San Pablo. Nos dirigimos al núcleo en el que empezó la ciudad. Construida por Pedro I el Grande en la pequeña isla de Zayachi a las orillas del Neva, contiene en su interior varios edificios entre ellos la Catedral de San Pedro y San Pablo con su dorada y brillante aguja visible desde cualquier rincón de la ciudad. 

La bella San Petersburgo
Fortaleza de San Pedro y San Pablo

En su interior han sido enterradas las familias reales rusas durante 200 años, empezando por Pedro I El Grande y acabando por la última familia de los zares: la de Nicolas II de Rusia. Durante la revolución rusa fue tomada por los bolcheviques y fue bombardeada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Catedral de San Pedro y San Pablo

La catedral presenta un elegante interior con elevadas columnas y los sarcófagos laterales en mármol blanco identificados con las fotos de los fallecidos, como el último zar Nicolás II de Rusia de la dinastia Romanov, asesinado con su familia durante la revolución rusa. 

La bella San Petersburgo
Tumba del zar Pedro I El Grande, Catedral de San Pedro y San Pablo

Metro de San Petersburgo

Además de patear la ciudad caminando, hay dos medios de transporte interesantes: el metro y navegar en barca por los canales y el río. El metro de San Petersburgo es una atracción turística, a pesar de no tener la espectacularidad del metro de Moscú.


Su condición de «metro más profundo del mundo» (debido al delta del río Neva) te hace experimentar una rara sensación en escaleras mecánicas interminables, cuyo trayecto de bajada o subida puede llegar a durar más de tres minutos

Al final de la escalera hay una caseta de control, en dónde la supuesta vigilante (las vi dormir la mayoría de las veces) está «atenta» al mecanismo y al deambular de los pasajeros.

La bella San Petersburgo
Estación de metro de la Línea 1, San Petersburgo

La mayor parte de las estaciones no se ven a simple vista , están «camufladas» dentro de edificios. La Línea 1 es la más antigua y sus estaciones tienen una decoración suntuosamente soviética, con bustos de ilustres comunistas, columnas de mármol, capiteles corintios, medallones de bronce y lámparas de cristal en el andén. Vale la pena visitar algunas de estas estaciones.


Actualmente hay cinco líneas y transitan más de dos millones de pasajeros diarios

En los trayectos del metro (que habitualmente son largos), los rusos leen más que miran el móvil. Segundos antes de entrar en una estación, la luz del vagón se apaga un par de segundos, ¿será una señal de aviso?.

La presencia del agua es una constante en la bella San Petersburgo, desde el delta del Neva hasta sus canales que unen los brazos del río. Una actividad imprescindible es observar la ciudad desde sus canales, de día o de noche y, por supuesto, sólo en primavera y verano puesto que en invierno el río y los canales se congelan. 

La bella San Petersburgo

Catedral San Isaac

Otra de las joyas de la ciudad es la Catedral San Isaaciglesia ortodoxa, construida por Pedro I El Grande y caracterizada por su gran cúpula dorada que domina el paisaje de la ciudad. La primera iglesia fue construida en madera en 1707 y reemplazada posteriormente por piedra. El zar Alejandro I construyó una nueva iglesia que se inició en 1818 siendo terminada cuarenta años más tarde.

Catedral San Isaac, Sant Petersburgo

Fue un acierto subir al mirador superior bajo la cúpula para divisar una espléndida vista de la ciudad, eso sí: no hay ascensor y son más de 200 escalones, pero el esfuerzo vale la pena. 

La bella San Petersburgo
Vista de la Catedral de la Santa Trinidad desde el mirador de la Catedral San Isaac, Sant Petersburgo

Mi impresión al inicio del viaje era cierta: la bella San Petersburgo es una de las grandes capitales de Europa. Y además en esta ciudad encontramos el hostel mejor del mundo!. Fue un gran acierto hospedarme aquí y lo recomiendo al 100%.

La capital del país, Moscú ha ganado muchos puestos en los últimos años y rivaliza con San Petersburgo en número de visitantes, podríamos decir que «el patito feo se ha transformado en cisne». Una revisión al artículo de los 10 imprescindibles que visitar en Moscú, no te defraudarán. 

Enlaces de Interés

http://www.visit-petersburg.ru/es_sanpetersburgo/

https://visit-petersburg.es/

https://www.rusalia.com/que-ver-hacer-san-petersburgo-itinerarios/

https://www.hermitagemuseum.org/wps/portal/hermitage/

 

Autor entrada: Beatriz Lagos

Soy Bea. Me encanta viajar y fotografiar. Viajo desde siempre y siempre que puedo . Conocer , experimentar y rodar por el mundo.

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