La segunda ciudad más visitada de Reino Unido es la capital de Escocia que ostenta este título desde 1437. El encanto de sus calles y los edificios medievales, le atribuyen una magia especial que te envuelve y embelesa. Desde el Castillo de Edimburgo, la principal atracción turística, hasta su Festival Internacional en verano, son muchas las actividades para disfrutar de la ciudad al máximo. Este artículo nos da las claves de lo mejor de Edimburgo, la capital de Escocia
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Edimburgo, la capital de Escocia
El carácter del país y de Edimburgo, no se entiende sin conocer la historia de la dinastía Estuardo que reinó en Escocia desde 1371 hasta 1603. Durante tres siglos forjó la identidad nacional y acabó coronando a uno de los suyos como monarca del Reino Unido. El epicentro de esos avatares fue el Castillo de Edimburgo. A medida que camino desde la estación de tren hacia el centro, el paisaje de esta deliciosa ciudad se despliega entre agujas góticas. Para hacerme una idea del trazado original de la urbe, me planto en lo alto de la Royal Mile, la arteria principal de la Old Town que, con pronunciada pendiente, nace en las puertas de dicho castillo.
Con su majestuoso núcleo antiguo y los abundantes museos, la capital de Escocia está declarada Patrimonio de la Humanidad y es un lugar ideal para explorar a pie. Su interés justifica una estancia de varios días y si es posible, hacerlos coincidir con el evento más importante del año. El Festival de Edimburgo (Edinburgh International Festival), reúne cada verano a miles de visitantes que llegan para vivir una experiencia única. Durante el mes de agosto, Edimburgo se convierte en un gran escenario al aire libre en el que encontrar músicos callejeros, conciertos u obras de teatro improvisadas especialmente a lo largo y ancho de la Royal Mile. Durante las semanas que dura el festival se disfruta de una ciudad en ebullición con infinidad de actividades para disfrutar.
El histórico Castillo de Edimburgo
Esta maravillosa fortaleza construida sobre una roca de origen volcánico de 700 millones años de edad, preside la ciudad y se ha convertido en el monumento más visitado de Escocia. Rodeado por un desnivel escarpado, el acceso al castillo se limita a una empinada calle, Castle Rock, el último tramo de la avenida mas famosa de la ciudad, la Royal Mile.
Construido a principios del siglo XII, siempre tuvo un valor geoestratégico como puerta de entrada a Escocia desde Inglaterra, jugando un importante rol en el control del territorio escocés. Su historia, buena conservación e imponentes estructuras defensivas le añaden un interés turístico notable. Su entrada principal está flanqueada por las estatuas de los héroes de la independencia escocesa: William Wallace, inmortalizado por Mel Gibson en la película «Braveheart» y Robert Bruce. Sobre su puerta se lee el lema nacional de Escocia: «Nemo me impune lacessit», traducido: «Nadie me ofende impunemente». Toda una declaración de intenciones.
A lo largo de los siglos, el castillo ha sido utilizado como prisión, residencia real y guarnición del ejército, siendo atacado y sitiado en numerosas ocasiones. En sus salones se pueden ver cuadros que reflejan las guerras contra los normandos y batallas contra los ingleses. Es conveniente comprar las entradas por internet, con franja horaria asignada y deben ser canjeadas antes de acceder.
Pasear por la Royal Mile
Sin lugar a dudas se trata de la calle más importante de la ciudad y a lo largo de su milla de longitud, une el Castillo con el Palacio de Holyroodhouse. Su anchura revela que se construyó para el tráfico rodado, mientras que las callejuelas o closes a ambos lados solo se pueden transitar a pie. Edificios históricos y antiguas iglesias salpicados por auténticos pubs escoceses te van acompañando durante el kilómetro y ochocientos metros de esta bella avenida.
Sus casi dos kilómetros abarcan las calles que se extienden desde el castillo, al oeste, hasta el palacio de Holyrood House, al este. La adornan elegantes edificios de diversas épocas y estilos, también encontrarás algunas de las mejores tiendas de productos típicos escoceses, podrás adquirir un buen whisky o un tartán, la típica falda escocesa. Pasear por la Royal Mile es todo un espectáculo, siendo una de las arterias más emblemáticas de Europa.
Cementerio Greyfriars, uno de los lugares de lo mejor de Edimburgo
En una visita a Edimburgo, no puedes perderte el cementerio de Greyfriars, uno de mis rincones favoritos de la ciudad. En realidad, más que un camposanto parece un jardín inglés. Su tranquila atmósfera, esconde historias algunas estremecedoras.
De aquí eran robados cadáveres a principios del siglo XIX, para ser utilizados en disecciones para el Colegio Médico de Edimburgo (Edinburgh Medical College). El cementerio Greyfriars tiene fama de estar embrujado. Dicen que por aquí rondan varios espíritus…
Sin embargo, el punto más conocido es la lápida dedicada al simpático perro Bobby cuya historia de fidelidad con su amo te enternece. No se separó de su tumba durante más de 14 años, hasta su muerte en 1872, convirtiéndose en uno de los héroes de la ciudad.
Victoria Street, la calle más bonita de Edimburgo
Si hay una calle colorida en Edimburgo, esa es Victoria Street. Situada en el Old Town de la ciudad, su pendiente en forma de «C» y fachadas de colores, le otorgan una personalidad única. Diseñada en el siglo XVIII con el objetivo de crear un acceso desde el oeste hacia la Royal Mile, el primer tramo de la calle se remonta a la época medieval. Una parte del recorrido está estructurado en dos niveles. El superior con terrazas de restaurantes, desemboca en la Royal Mile. La parte baja con sus inconfundibles fachadas de colores, albergan pequeñas tiendas, una de ellas de Harry Potter, muy presente en la ciudad.
Recuerdo uno de esos instantes viajeros deliciosos en esta calle. Una chica oriental tocaba al violín la sinfonía de la serie Juego de Tronos. Me quedé absorta escuchándola y a pesar del gentío que me rodeaba, solo estábamos ella y yo.
Disfrutar de una buena pinta en un pub
Solamente este capítulo requiere un artículo específico del tema. En el Old Town de Edimburgo existe unos 200 pubs por kilómetro cuadrado, así que no hay excusa: comer y beber en un auténtico pub forma parte de lo mejor de Edimburgo, la capital de Escocia. Tomarse una cerveza, un buen whisky escocés o comer en alguno de los pubs más tradicionales y famosos es toda una experiencia. A continuación algunos de los más recomendables:
- The Dome, situado en la antigua sede del Bank of Scotland, su interior con una enorme cúpula de inspiración griega es espectacular.
- The Royal Oak, un buen lugar para tomar una cerveza mientras escuchas música tradicional escocesa en directo.
- The Sheep Heid Inn, el pub más antiguo de Escocia, desde 1360 se puede tomar una buena pinta.
- The World’s End, «El Fin del Mundo». Un buen pub tradicional escocés en el que se puede degustar el Haggis, Neeps and Tatties , un típico plato escocés.
El encantador Dean Village
Sólo unos minutos separan este bello rincón de la New Town. Ni rastro del ajetreo del casco antiguo ni de las tiendas de whisky escocés. Estamos en Dean Village, una pequeña aldea moldeada por el río Water of Leith. En esta burbuja de paz levantada por los monjes de la abadía de Holyrood en el siglo XII, encontrarás antiguas casas, puentes, patios de postal y el canto de los pájaros como banda sonora. Todo un placer.
Tras visitar esta apetecible zona residencial, se puede continuar paseando por el Water of Leith Walkway, un sendero que discurre junto al río entre parajes naturales. La Scottish National Gallery of Modern Art –con obras de Francis Bacon, Dalí o Andy Warhol–, el antiguo pueblo molinero de Stockbridge y el espectacular Jardín Botánico son otros puntos de interés de esta ruta.
Princes Street Gardens
La creación de los Princess Street Gardens en 1820, obligó a desecar una amplia zona pantanosa e insalubre. Situados a los pies del Castillo, son los jardines con más encanto de Edimburgo y separan Old Town, la parte vieja, de New Town, la nueva. De estilo inglés, este parque público es perfecto para relajarte después de patear la ciudad paseando entre su bonita vegetación y viendo monumentos como la estatua del famoso David Livingstone o el monumento dedicado a Walter Scott, uno de los novelistas escoceses más famosos, pudiendo ascender por sus 287 escalones y obtener unas vistas privilegiadas de Edimburgo.
Palacio de Holyroodhouse
Al final de la Royal Mile se levanta este palacio, residencia oficial de la reina Isabel II en Escocia y de todos sus ancestros desde el siglo XV junto al castillo de Balmoral, uno de sus lugares más queridos en los Highlands escoceses. En su interior destaca la Great Gallery, donde se exhiben los retratos de casi noventa monarcas; o la torre del siglo XVI donde estuvo presa la reina María Estuardo. No obstante, lo mas espectacular son los restos de la abadía del siglo XII, cuyo techo se desplomó en el siglo XVIII, dejándola en su estado actual. Es posible conocerlo con visitas guiadas, pero si hay algún acto oficial o se aloja un miembro de la realeza, el palacio se cierra al público. Eso fue exactamente lo que coincidió con mi visita a Edimburgo. Una buena excusa para volver a visitar la ciudad.
Catedral de St Giles, lo mejor de Edimburgo la capital de Escocia
Las campanas de la Catedral de St. Giles repican y me invitan a hablar de religión. María Estuardo regresó a Escocia tras la muerte de su esposo. Tenía 18 años, era católica y sus partidarios esperaban que reclamase el trono inglés a Isabel I de Inglaterra. Pero antes de morir, Enrique VIII dispuso que solo lo sucediera un protestante. Años mas tarde acabó presa de Isabel I y acabó cortándole la cabeza.
Esta es la catedral más importante de Edimburgo y fue construida en el siglo XV. Lleva el nombre de un importante santo francés para conmemorar los tiempos de alianza entre Francia y Escocia, cuando se unieron para combatir contra los ingleses. Además de su valor arquitectónico y artístico, se trata de un lugar trascendental para la historia de Edimburgo. Aquí el predicador John Knox junto a otros activistas, planeó y emprendió la reforma protestante de Escocia en el siglo XVI. Se le considera el fundador de la Iglesia Presbiteriana de Escocia.
El típico Fish & Chips y el Haggis
Y pasando a temas más vanales, no podía faltar el omnipresente Fish & Chips, pescado con patatas fritas. Dicen que el mejor lugar de Edimburgo para degustar este típico plato es Bertie’s , que presume de haber obtenido el premio nacional 2020 al mejor Fish & Chips. El local se encuentra en la famosa Victoria Street a escasos metros del Castillo de Edimburgo.
Los más valientes pueden probar el haggis, uno de los platos mas tradicionales de la gastronomía de Edimburgo. Se prepara con vísceras de cordero, harina de avena y hierbas aromáticas. Cocinado a fuego lento, se acompaña de ensalada o puré de patatas.
Si además de conocer lo mejor de Edimburgo, la capital de Escocia te apetece pasar por la ciudad estrella del Reino Unido, aquí te dejo un artículo del Londres del nuevo milenio en el que encontrar las últimas maravillas de cristal y acero que decoran la ciudad.
Enlaces de interés
https://www.visitscotland.com/es-es/destinations-maps/edinburgh/see-do/
https://www.visitbritain.com/ca/en/scotland/edinburgh
https://www.edinburghcastle.scot/plan-your-visit
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