Hay otra forma de conocer un paraíso. Lejos de la confortabilidad de los hoteles de lujo. De la piña colada en la terraza del «overwater» y conviviendo sólo rodeado de turistas occidentales. De la pulsera «todo incluido». Es posible unas Maldivas económicas (pero igual de maravillosas). Interaccionando y conociendo a los maldivianos. Durmiendo en las islas en las que ellos viven. Disfrutando de las mismas aguas turquesas. Hay otra manera.
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En rumbo al paraíso
Volaba con Emirates a mi segunda isla del Índico, después de Isla Mauricio. Parada obligada en Dubai. En ese punto nos encontrábamos con Paty, una de las compañeras de viaje que volaba desde Madrid. Ya estábamos embarcando rumbo a nuestro destino y Paty no aparecía. Decidimos salir de la cola de embarque y esperarla. Al cabo de unos minutos llegaba corriendo y azorada, con su máquina de fotos colgando y su mochila. Ya podíamos embarcar.
Nos quedaban cuatro horas y 3.000 km para llegar a nuestro destino y allí nos esperaba Rubén del proyecto algoquerecordar.com , el líder del grupo y buen conocedor de los entresijos del lugar. En este viaje Lucy no pudo acompañarnos… su hijo Koke estaba en camino.
Al fondo, antes de salir del aeropuerto, se divisaba un agua azul turquesa que nos acompañaría durante todo el viaje
El aeropuerto internacional está en la isla de Hulhule. Nada más cruzar la puerta de salida, pequeñas lanchas amarradas a unos rudimentarios embarcaderos, van distribuyendo a los turistas recién aterrizados a los diferentes atolones e islas. Nosotros empezamos por la capital. La mayoría pasan de largo.
Imagen a la salida del aeropuerto de Malé, Isla de Hulhule
Malé, la capital
Con el grupo al completo, nos dirigimos a la ciudad en un ferry público. Es nuestro primer contacto con la gente del lugar. El barco, además de pasajeros (la mayoría locales) transporta cajas de cartón y otros enseres. Después del corto trayecto llegamos a Malé, que da nombre a la isla principal y a la ajetreada capital de la República de las Maldivas. Aquí están los únicos edificios altos, la sede del gobierno y otros servicios. Estamos en medio del Índico, en un país musulmán, el más bajo del planeta, constituido por más de 1000 islas de las cuales sólo unas 200 están habitadas. Y ésas son nuestro objetivo: conocer algunas de las islas habitadas de las Maldivas : las «otras Maldivas».
Después de aprovechar nuestro día en Malé visitando el mercado central, el puerto y otros rincones, nos vamos a conocer una de las playas cercanas a la ciudad en donde se bañan los maldivos. No hay tumbonas, ni sombrillas, ni cocoteros colocados estratégicamente. Son las familias en su actividad habitual en un día cualquiera.
Las mujeres deben bañarse tapadas, así que, en vez de bañarnos, decidimos pasar un rato en la arena charlando y observándolos. Ellas en el agua vestidas con túnica negra y velo, los niños chapoteando y los edificios urbanos al fondo.
Se hace de noche y tenemos una encantadora cena (y un lassi memorable), bebida local de la zona a base de yogur y frutas. Finalizada nuestra primera jornada, pernoctamos en un hotelito del centro de la ciudad, en esta primera noche. El viaje promete.
Isla de Rasdhoo
Partimos en ferry público hacia Rasdhoo a unos 60 km al oeste de Malé, una isla pequeña de escasos medio kilómetro de largo por ancho, habitada por gente local. Tardamos unas cuatro horas en llegar y nos hospedamos en una de las varias Guesthouse que cada vez están proliferando más en la isla.
Rasdhoo, la capital administrativa del atolón Ari, es una isla tranquila, con calles sin pavimentar y habitualmente vacía, con poca gente. Los hombres se concentran a la hora de la oración en la mezquita (el mejor edificio de la isla y la única calle asfaltada). Son variadas las actividades: hablar con los locales (gente tranquila y amable); caminatas de un extremo al otro de la isla; fisgonear en los colegios mientras los alumnos están en el recreo; algún partido de futbol; una consumición en Coffe Olé, el local más moderno de la isla, con su mesa de billar y restaurante; un poco de running matutino (básicamente a cargo de Amaia, la runner del grupo) y por supuesto buceo, snorkelling y unos baños en la Bikini Beach, la única playa de la isla en la que está permitido bañarse sin ir tapada.
Nuestro bar-cafetería-restaurante más frecuentado, está situado enfrente del puerto (un breve malecón con poco más movimiento que la llegada del ferry a la isla). Nos preparan alguno de los platos locales, arroz salteado con verduras, noodles, pescado, coco, zumos naturales buenísimos y todo por pocas rufiyaas, la moneda local. Encima de cada mesa hay un «kit» para los hombres, consistente en una pasta blanca mentolada y refrescante, trozos de raíces y un frasquito con un tapón rosa que ahora no recuerdo su contenido. Los hombres lo utilizan para mascarlo después de las comidas.
El paraíso estaba muy cerca de Rasdhoo. Contratando una excursión en barca y a escasa distancia de la isla, se llega a una sandbank con una lengua de arena blanca bañada por aguas cristalinas de puro turquesa y un sol imponente. Estábamos completamente solos en medio del océano. Algo muy parecido al edén. Uno de los momentos mágicos en este viaje a Maldivas económicas (pero igual de maravillosas).
Creo que todos nos hubiéramos quedado allí más tiempo. Aislados del mundo con la sensación de estar en el auténtico paraíso. Está claro que no es necesaria la exclusividad exquisita para disfrutar de las Maldivas.
El increíble color turquesa, el agua cristalina y un inmenso sol que cae en vertical, con el que hay que tener cuidado y prevención, están al alcance de cualquiera que visite estas islas
Tuvimos suerte con el tiempo. Era agosto y entre mayo-octubre tiene lugar el monzón húmedo que provoca un mayor número de precipitaciones, siendo la época más lluviosa del año. Mejor evitar estos meses para viajar a Maldivas. Y pudimos comprobarlo. Al final del viaje, el tiempo cambió y empezó a llover cada día. El agua inundó las calles, el sol desapareció y cayeron importantes trombas de agua.
Isla de Thoddoo
Dejamos Rasdhoo para ir a conocer Thoddoo, la isla verde y la tercera isla local en este periplo de Maldivas económicas (pero igual de maravillosas). La huerta de las Maldivas, en donde se producen las verduras y frutas para abastecer al país. Pepinos, sandías, papayas … campos de cultivos por los que paseas tranquilamente alejándote del «prototipo Islas Maldivas«.
Thoddoo se sitúa a unos 20 km de Rasdhoo y a poco más de una hora en ferry, que no pudimos coger debido al mal tiempo y teniéndolo que sustituir por una barca rápida. Con unas dimensiones mayores que Rasdhoo, su estructura es prácticamente igual pero con mejores playas. La «bikini beach» (prácticamente vacía), a la que fuimos a bañarnos cada día, era una gozada y las puestas de sol memorables.
El encantador y apacible paseo de ida y vuelta a la playa, cruzando campos de cultivo y vegetación, los disfruté muchísimo. Sobrevolaban sobre nuestras cabezas unos sorprendentes murciélagos. Aquí la oferta de guesthouse también es amplia y nos volvimos a hospedar en una de ellas. La mayoría del grupo hizo buceo. Nos acercábamos a la mezquita a observar el trasiego a las horas del rezo. Pudimos celebrar el cumpleaños de una de las integrantes del grupo (seguro que nunca olvidará un aniversario en la isla de Thoddoo) y disfrutamos de comidas y cenas locales. Aquí el tiempo transcurre lento, sin sobresaltos. Es Maldivas económicas (pero igual de maravillosas)
Era nuestra última noche en las Maldivas económicas (pero igual de maravillosas). Al día siguiente teníamos que madrugar: la lancha rápida con destino a Male partía a las 6,30 de la mañana y fue en este último trayecto, ya al final del viaje, en el que coincidimos con turistas occidentales en bermudas y bronceado maldivo que se llevaban a casa. Nosotros nos llevábamos mucho más…
PD: Gracias a Rubén, Francesc, Amaia, Ángela, Vir, Paty y Aurora. Gracias por compartir esta experiencia inolvidable.
5 comentarios en “Maldivas económicas (pero igual de maravillosas)”
Ani
(26/07/2020 - 08:33)Me ha encantado este post Bea!!!!! Nunca hubiera imaginado que se podría ir a Maldivas de esta manera. Me ha parecido genial!!!!! Excelente!!
Bea
(26/07/2020 - 10:59)Muchas gracias Ani! Me alegro de que te sea útil. Este es un ejemplo de desmitificar viajes… No solo es posible ir a Maldivas en un resort carísimo y maravilloso (que también). Las playas, el agua turquesa y el sol, los puedes encontrar en cualquier isla de Maldivas.
Natalia
(26/07/2020 - 10:31)Qué súper interesante por favor me lo apunto porque que ganazas de ir allí
Bea
(26/07/2020 - 10:54)Muchas gracias! Es un país único y especial. La gente vive feliz y es el último reino del Himalaya. La familia real es muy curiosa y está por todas partes…
Bea
(26/07/2020 - 11:04)El auténtico paraíso …Apuntalo y no dejes de ir …