Me encanta viajar en tren y esta ruta es una estupenda oportunidad para descubrir, con tranquilidad y cómodamente, algunas de las ciudades más bonitas de Alemania. El viaje es un círculo que se inicia y acaba en Hamburgo, ciudad sorprendentemente atractiva. Se visitan lugares que parecen extraídos de un cuento, con un marcado carácter medieval y que rebosan encanto. Una ruta por Alemania del Norte en tren que no defrauda.

Un vuelo directo de Barcelona a Hamburgo me traslada a tierras germánicas para iniciar mi ruta. Es septiembre y la previsión del tiempo es buena, a ver si hay suerte. Dejo la visita de Hamburgo para el final del viaje y me dirijo desde el aeropuerto a la Estación Central de Hamburgo (Hamburg Hauptbahnhof). Tomo mi primer tren, que en una hora escasa me llevará a la mítica Bremen. ¡Empieza la ruta por Alemania del Norte en tren!.

Bremen, una de las ciudades más bonitas de Alemania

Famosa por un burro, un perro, un gato y un gallo, los ¡Músicos de Bremen!, un famoso cuento de los Hermanos Grimm. Esta ciudad situada a orillas del río Weser, es para pasearla o recorrerla en bicicleta. El casco antiguo de Bremen conserva muchísimo encanto y la Marktplatz (Plaza del mercado) es el núcleo neurálgico. En el centro, el principal monumento es la Catedral de San Pedro (se puede ascender por escaleras a la torre para gozar de unas fantásticas vistas de la ciudad) y la estatua de piedra del Rolando. Este héroe medieval símbolo local de los derechos de la ciudad, está ahí desde 1404, primero en madera y posteriormente esculpido en piedra. Por precaución, el Ayuntamiento custodia una copia exacta para su reemplazo inmediato, si fuera necesario.

Esta estatua es uno de los «meetings points» de la ciudad, es inconfundible y está muy céntrica. También destacan el magnífico Ayuntamiento de estilo gótico-renacentista y la calle de Böttcherstrasse, con su famoso carillón de treinta campanillas de porcelana, que desemboca en el paseo marítimo Schlachte. Desde el Schlachte hasta el encantador barrio de Schnoor, el casco antiguo medieval con sus calles estrechas y pintorescas casitas, tan solo hay que recorrer unos pocos pasos.

El edificio consistorial está considerado una joya del renacimiento con su estilo gótico báltico del norte de Alemania. Su interior merece una visita. Tanto la Catedral, como la estatua de Rolando y el Ayuntamiento, la trilogía más destacada de Bremen, se pudieron salvar de los bombarderos de la Segunda Guerra Mundial. 

Schnoor es el barrio más antiguo de la ciudad y allí encontramos   restaurantes y tiendas de artesanía. La ausencia de tráfico hace que sea una delicia pasear por sus callejuelas y casas antiguas. Recomendable para comer en uno de sus típicos restaurantes. ¡A mí me encantan estos barrios antiguos de centroeuropa!. Al otro lado del río encontramos una zona alternativa con bares, terrazas y grafitis que cubren los muros, estamos en Das Viertel, otro barrio interesante para comer o cenar. 

Para finalizar el día, qué mejor plan que perderse en uno de los parques de Bremen. Por ejemplo el céntrico Wallanlage, que fue primer parque de la ciudad. Aquí se puede descansar y disfrutar de la naturaleza en pleno centro con la agradable compañía de patos entre viandantes y ciclistas. Con su molino, sin duda una de las postales más bonitas de la ciudad. 

Intensa conciencia ecológica en Bremen 

Mi visita a Bremen coincidió en viernes, día en el que los niños, jóvenes y adultos secundan el llamamiento internacional del movimiento  «Friday for Future» (FFF) impulsado por la adolescente sueca Greta Thunberg

Desde que salí temprano del hotel, ubicado justo enfrente de la Estación Central, ya había policía y gente moviéndose de aquí para allá dirigiéndose a la mega concentración prevista al mediodía. Nunca había visto un movimiento ecologista tan transversal y multitudinario. 

De Bremen a Hannover

Seguimos con la ruta por Alemania del Norte en tren. Nuestro próximo destino es la ciudad de Hannover. En una hora dirección sur, llegamos a la capital económica y cultural de la Baja Sajonia. La segunda ciudad más grande en extensión y habitantes de la ruta, después de Hamburgo. Mis expectativas con esta ciudad eran bajas. Imaginaba una ciudad anodina, pero resultó ser todo lo contrario. Era sábado y estaba tranquila. El buen tiempo nos seguía acompañando y lucia un sol magnífico. Lo primero al llegar a la estación central, fue pasar por el hotel y dejar el equipaje rápidamente para empezar a disfrutar de Hannover.  

Una buena opción para iniciar la visita por Hannover es partir desde el Maschpark, un parque urbano al lado del casco antiguo. Dicen que ésta es la ciudad más verde de Alemania. En el parque se puede alquilar una embarcación o realizar un trayecto en barco por el artificial Lago Maschsee. Muy recomendable si la climatología acompaña.

Desde aquí se divisa una magnífica perspectiva del Nuevo Ayuntamiento (que estaba en restauración y lleno de andamios) construido en 1913. Se trata del edificio más bello y representativo de la ciudad. Se puede ascender con ascensor hasta la cúpula y desde arriba, tienes una vista panorámica en 360 grados de la ciudad que merece la pena.

En el casco viejo, las antiguas calles principales, como Osterstraße, Schmiedestraße, Knochenhauerstraße, Burgstraße, Leinestraße y otras, están conectadas por numerosos callejones y se vuelven a unir en las antiguas puertas, una práctica habitual en los asentamientos de comerciantes alemanes de la Edad Media.

Cerca del 90% de la ciudad fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial y apenas quedó nada en pie del casco viejo de Hannover. Solo sobrevivieron una cuarentena de casas, doce de las cuales se encuentran en las calles Knochenhauerstraße, Kramerstraße y Burgstraße. Poco conocía de Hannover y me encantó visitarla.

De Hannover a Lüneburg

Seguimos nuestra ruta circular y nos dirigimos hacia el norte. La siguiente etapa de esta Ruta por Alemania del Norte en tren , nos lleva a la encantadora localidad de Lüneburg a una hora y 45 minutos en tren desde Hannover. Parece salida de un cuento, con sus casitas de ladrillo, callejuelas e iglesias. En localidades pequeñas prefiero pasear sin rumbo fijo perdiéndome por los rincones de la ciudad.

En Lüneburg destacan la Iglesia de San Nicolás con su aguja de casi 100 metros. El Rathaus (Ayuntamiento) con fachada barroca, cuya construcción se inició en el siglo XIII y duró cerca de 500 años. Puede visitarse su interior. La tranquila calle Auf del Meere con pintorescas casas del siglo XVI y XVII es una de las más encantadoras y muy fotogénica. La Torre de Agua, uno de los mejores miradores de la ciudad. Se accede en ascensor y en cada piso hay exposiciones e información histórica de la ciudad. 

Me voy de Lüneburg enamorada de esta joya de la Baja Sajonia. ¡Un lugar de cuento!

De Lüneburg a Lübeck

Penúltima parada en nuestra Ruta por Alemania del Norte en tren. Nos vamos al norte de Hamburgo para llegar en una hora y diez minutos a Lübeck (Lubeca en castellano). Después de las maravillosas ciudades que he visitado, llego a esta localidad un tanto escéptica… pero el escepticismo dura poco. El casco medieval de la ciudad fue el primero en ser nombrado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987. Lübeck ha sido históricamente uno de los puertos más importantes de Alemania, alcanzando su máximo esplendor en el siglo XIV, cuando era la principal ciudad de la Liga Hanseática. La sal fue uno de los productos estratégicos de la Liga Hanseática e impulsó la actividad económica del norte de Alemania entre los siglos XIV-XX.

Sin duda, se nota que este lugar fue importante. Las construcciones de ladrillo en estilo gótico báltico son notorias, como la Puerta de Holsten, una de las antiguas puertas de la ciudad que marca el límite occidental de la parte medieval de la población. ¡Qué diferente debía ser esto hace 500 años!.

Hace un sol radiante y el cielo tiene un azul intenso. ¡Qué día más bonito y qué suerte tener este tiempo en el norte de Alemania a finales de septiembre!. Tras cruzar bajo la Puerta de Holsten y pasar junto a los antiguos almacenes de sal (Salzspeicher,)llegamos al puente sobre el río Trave. Nada más cruzar el puente, a la derecha, unos pequeños barcos inician un recorrido por el río, así que la primera decisión es tomar un paseo en barca. Durante poco más de una hora navegas alrededor de la ciudad vieja, haciendo una pequeña incursión en el puerto. El piloto va dando explicaciones, pero son en alemán… Disfruto de este día de sol y de unas bonitas vistas de la ciudad. 

Finalizado el recorrido fluvial, inicio el paseo por la ciudad entrando directamente por Holstenstraße hasta la Plaza del mercado, que en invierno alberga un  mercadillo navideño. Y ahora viene lo fundamental de la ciudad: una plaza, un tanto ecléctica, con un impresionante Ayuntamiento (Rathaus) construido en ladrillo negro en el siglo XIII, que a primera vista parece que se haya quemado. La visita a su interior vale la pena.

La Plaza del Mercado y el Ayuntamiento conectan con la iglesia de Santa María a través de un pasaje. Se trata del edificio más alto del casco antiguo de Lübeck y la tercera iglesia más alta de Alemania. Sus torres alcanzan los 125 m y la nave con casi 40m es la más alta del mundo. Lübeck es conocida como la ciudad de las siete torres. Corresponden a las agujas de sus iglesias: Marienkirche (Santa María) , Jacobikirche (San Jacobo), Petrikirche(San Pedro) y la catedral (Dom). La mayor parte de ellas están reconstruidas debido a los daños causados en la Segunda Guerra Mundial. 

Si algo es famoso en Lübeck es su mazapán (Lübecker Marzipan). Los fabricantes de mazapán de Lübeck siguen estrictos controles de calidad, por ejemplo usar menos del 70% de pasta de mazapán cruda y máximo un 30% de azúcar. La cuestión es que está exquisito (y soy golosa, pero no amante del mazapán). Puedes acompañarlo ¡con un capuchino de mazapán!. ¿Sabes esos momentos mágicos y especiales de un viaje?. Pues éste fue uno de ellos: terracita en una de las plazas alemanas más bonita, solecito con temperatura agradable y un pastel exquisito… 

Sentarte en la Plaza del Mercado, en la terraza del Café Niederegge (la cafetería más famosa de la ciudad) y degustar un pastel de mazapán, nata y nueces, es una experiencia absolutamente recomendable, uno de los placeres que ofrece Lübeck 

¡Hay que perderse por el casco antiguo de Lübeck!. Es encantador. Con callejones, bonita arquitectura, interesantes cafeterías e iglesias… una ciudad que enamora. Sin duda una de las joyas de esta Ruta por Alemania del Norte en tren.

De Lübeck a Hamburgo

¡Qué pena! Este maravilloso viaje está tocando a su fin. Última estación de tren en Lübeck para dirigirnos al destino final y que, a su vez, fue el inicio del viaje: Hamburgo. En sólo media hora llegamos a una de las ciudades más atractivas de Alemania: Hamburgo, la ciudad que sorprende y me encantó dedicándole un post que puedes leer aquí. 

La segunda ciudad más poblada de Alemania, ha protagonizado en los últimos años una espectacular transformación urbanística. Esta ciudad-estado, ha apostado por un cambio ecológico e innovador, reinventando su gran puerto a orillas del río Elba, creando el nuevo barrio de HafenCity. Sin lugar a dudas, una de las ciudades más interesantes de Alemania.

La controvertida Filarmónica del Elba (“Elbphilharmonie”) preside el nuevo barrio de HafenCity. Un edificio muy original diseñado por el estudio Herzog&de Meuron. Es muy recomendable visitarlo. Tuve la oportunidad de hacerlo y me encantó. Las vistas desde su terraza son las mejores de la ciudad para observar el puerto de Hamburgo.

Te esperas una típica ciudad portuaria, anodina y gris… y la sorpresa es mayúscula cuando empiezas a recorrerla. ¡Considerada como la mayor transformación urbanística del norte de Europa!. Allí en dónde habían obsoletos almacenes portuarios, ahora lucen edificios perfectamente restaurados Patrimonio de la Humanidad. Se trata del mayor complejo de almacenes del mundo, construidos sobre miles de pilotes de madera. Todos ellos unidos por una red de calles, canales y puentes. ¡Impactante!. Pasear o navegar entre los canales, ver las vistas desde los puentes, entrar en una de las cafeterías hípsters … un sinfín de actividades, todas ellas muy interesantes. 

Y cuando dejas HafenCity y Speicherstadt, te encuentras con la gran capital del norte de Alemania. Notables edificios como el majestuoso Ayuntamiento, un centro comercial con las mejores marcas internacionales, iglesias y un sinfín de opciones de ocio y restaurantes.  

Después de ver todo lo que tiene este viaje para ofrecerte… ¿Te apetece una ruta por Alemania del Norte?. Pues ya sabes, en cuanto se pueda volar,  hacia Hamburgo y recorriendo en tren las principales ciudades de la Liga Hanseática.  Esta Ruta por Alemania del Norte en tren, ha sido una de mis últimas experiencias viajeras más gratificante. 

DATOS PRÁCTICOS

TRANSPORTE:

La ruta se inicia y finaliza en Hamburgo que está a más de 1800 kilómetros de mi ciudad, Barcelona. Si el viaje se quiere hacer en ocho días, como fue mi caso, es necesario volar hasta Hamburgo y desde allí recorrer Alemania del Norte en tren. Los trenes alemanes (Deutsche Bahn) son económicos, cómodos, modernos y puntuales.  El trayecto máximo no llega a las dos horas. ¡Cada día me gusta más viajar en tren!. En este viaje utilicé los trenes regionales siguiendo la siguiente ruta:

Hamburgo- Bremen- Hannover- Lüneburg- Lübeck- Hamburgo

ALOJAMIENTO:

Al ser una ruta en tren, la mayoría de los hoteles están ubicados cerca de las estaciones, a excepción de las dos ciudades más grandes: Hamburgo y Hannover, en las que el metro y autobuses te permiten trasladarte por la ciudad sin problemas. En un viaje de 8 días, recomiendo la siguiente distribución de pernoctaciones: vuelo a Hamburgo y primera y segunda noche en Bremen; tercera noche en Hannover; cuarta noche en Lüneburg; quinta noche en Lübeck y sexta y séptima noche en Hamburgo, con vuelo de regreso a España. 

A continuación las webs y tips de los hoteles en los que pernocté durante esta Ruta por Alemania del Norte en tren:

Bremen: STAR INN HOTEL PREMIUM BREMEN COLUMBUS (muy bien ubicado, justo frente a la estación de tren y se puede ir a pie a todos los lugares de interés)

Hannover: DORMERO HOTEL HANNOVER (misma cadena que el hotel de Lüneburg. Edificio moderno y bien comunicado por metro)

Lüneburg: DORMERO HOTEL ALTES KAUFHAUS LÜNEBURG (muy recomendable la cadena de hoteles Dormero). El mejor hotel del viaje. Un edificio originario del siglo XVI, con vistas al río y restaurado por dentro.

Como alojamiento, es muy recomendable la cadena de hoteles DORMERO. Tienen varios establecimientos en Alemania y la relación calidad-precio es buena

Lübeck:GOLDEN TULIP LUBECKER (cadena muy introducida en centroeuropa, que suele ser una interesante opción en calidad-precio)

Hamburgo: HOLIDAY INN HAMBURG (cadena muy conocida. Este hotel de cuatro estrellas moderno y confortable está lejos del centro de la ciudad y mal comunicado. No recomiendo esta opción especialmente si llegas en tren y pernoctas varias noches en Hamburgo)

WEBS DE INTERÉS

https://www.hamburg.com/visitors/

https://www.visit-hannover.com/en

https://www.bremen-tourism.de/es

https://www.luebeck-tourism.de/

https://www.niedersachsen-tourism.com/destinations/cities-in-lower-saxony/lueneburg

https://www.civitatis.com/es/hamburgo/

Bis bald!