Beaviajera

Mosi-oa-tunya «El humo que truena», han llamado las tribus locales a esta cortina de agua que se abalanza sobre una brecha de casi dos kilómetros en la frontera de Zimbabue y Zambia. Un nombre muy distinto le otorgó su descubridor, el explorador escocés Livingstone que las encontró navegando por el río Zambeze y denominó Cataratas Victoria en honor a la reina. Un lejano murmullo que no cesa resuena en el corazón del Parque Nacional de Mosi-oa-Tunya. 

El agua pulverizada de las cascadas llega a alcanzar los 800 metros de altura formando una gran y ruidosa nube de vapor. Pasear por el sendero mojado que bordea las cataratas y observar el espectáculo desde los miradores, es empaparse de agua bajo un ruido atronador, disfrutando de una escena única. La mejor temporada para visitarlas es en el invierno austral, entre junio y octubre, cuando el caudal es mayor.

En los años 90, realicé este maravilloso viaje por Namibia y Botswana con el colofón final de las que coloquialmente llaman «Vic Falls». Una larga calle en el pueblo de Victoria Falls, me dio la bienvenida con diversos establecimientos ofreciendo múltiples actividades. Imagino que en la actualidad la oferta habrá crecido de forma significativa.

Desde rafting por la base de las cataratas con el máximo nivel de aventura; hasta un safari en la vecina Zambia, pasando por visitas a los poblados cercanos o sobrevolar en helicóptero las cataratas. Dos de las actividades estrella eran puenting en el megapuente que une Victoria Falls (Zimbawe) con Livingstone (Zambia) o un paseo en barca por el Zambeze. Con la promesa de ver hipopótamos nadando plácidamente por el río, elegimos esta última actividad en Vic Falls. Nos trasladaron a la orilla para coger una canoas e iniciar nuestra travesía. 

Una fantástica luz al atardecer invadía el curso del Zambeze y un sosiego salpicado por hipopótamos, nos envolvía. Idílico. De repente el conductor de la canoa hizo un quiebro y nos señaló un hipopótamo que parecía nadar hacia nosotros.

Los hipopótamos son los animales que más muertes provocan en África. Bajo esa imagen cándida y simpática moviendo sus orejitas por encima del agua, el hipopótamo puede llegar a ser un animal muy agresivo

El barquero empezó rápidamente a navegar en sentido contrario al hipopótamo que se aproximaba hasta lograr despistarlo. Después de unos minutos tensos, todo quedó en una anécdota. ¡Cuidado con sumergirse en un río de plácidos hipopótamos!. 

Zimbabue presume de tener las mejores vistas de las cataratas, pero lo recomendable es hacerlo desde ambos países, vale la pena pasar a Zambia. Millones de años han sido necesarios para esculpir esta maravilla de la naturaleza. Probablemente las cataratas más bellas junto a las de Iguazú en la frontera de Brasil y Argentina.

El Victoria Falls Bridge, un enorme arco parabólico metálico que cruza la garganta del río Zambeze y separa Zambia y Zimbabue, preside la perspectiva. Desde lo alto del puente se disfruta de unas vistas impresionantes de las cataratas Victoria. Finalizado en 1905, el puente fue un sueño de Cecil Rhodes, quien no llegó a visitar las cataratas y murió antes de su construcción. Rhodes fundó el país que a su muerte llevaría su nombre, Rodesia, cuyo territorio está actualmente dividido entre Zambia y Zimbabue.

Mosi-oa-tunya «El humo que truena». Una de las visitas más impresionantes del continente africano

El atardecer es un momento mágico y uno de los mejores para hacer fotos. Las puestas de sol africanas son memorables. Cuando el día se va acabando, el cielo se vuelve rojo y una bola de fuego desciende en el horizonte. Contemplar una puesta de sol en África es una de las mejores experiencias viajeras. 

Nota: Abril 2020. Hoy se cumplen 29 días de confinamiento. Un coronavirus amenaza a la Humanidad que se siente más vulnerable que nunca. Necesito evadirme y he elegido África. El continente africano de los años 90 no conocía de coronavirus. Tenía otros desafíos. Junto a mi perrita Nala, me he inspirado en un mapa antiguo de África que tengo en casa y que guardo como un tesoro. Una edición de Seix Barral del año 1959, comprada en un mercadillo de antigüedades, en la que aparece Rhodesia con capital Salisbury. Y hasta aquel territorio, hoy Zimbabue, ha volado mi imaginación. Esperemos salir pronto de esta cuarentena que me priva de lo que más amo: viajar. ¡Muchos ánimos a todos!