Hay lugares en el mundo que sobrecogen. Por su magnificencia, capacidad de maravillar y embelesar. Lugares que cautivan. El Gran Cañón del Colorado maravilla de la naturaleza está en el estado de Arizona y es uno de esos lugares. Uno de los míticos Parques nacionales de EEUU. Un río es el creador. Durante más de 6 millones de años, el río Colorado ha ido socavando el terreno, lentamente, capa a capa, hasta elevar la meseta del Colorado y mostrar todo su esplendor.
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¿Cómo se ha creado el Gran Cañón?
Dicen que el Gran Cañón podría tragarse 74 Manhattans antes de que se cubriera su suelo. Esa es la descomunal dimensión de esta maravilla de la naturaleza. Sin lugar a dudas es una de las mayores atracciones turísticas de EEUU. Desde el borde, parece increíble que el agua, que apenas se divisa desde arriba, haya podido ser la responsable de esta gigantesca grieta. Hace seis millones de años, el río Colorado comenzó su trayecto. A un ritmo de sólo 2,5 mm al año, el terreno creció lo suficiente para dar tiempo a que el río liberara la parte superior y produjera un paisaje único.
El resultado es un corte transversal que atraviesa las páginas de la historia de la Tierra. En la garganta interior – Inner Gorge- por donde ahora fluye el río, los estratos que tienen la mitad de la edad de la Tierra revelan que una vez fueron parte de una cordillera. Mil millones de años después, las montañas se extienden bajo un mar que dejó un fósil que data de los primeros millones de años de vida.
Visitar el Gran Cañón
Hay diversas maneras de descubrir el cañón y una de ellas es en un viaje relámpago desde Las Vegas accediendo en avioneta, autobús o coche. Digo que es relámpago porque el máximo tiempo de estancia en el Gran Cañón es de unas pocas horas. Prácticamente inviertes la mayor parte del tiempo en el traslado. ¡Una lástima!, porque esta maravilla de la naturaleza es para disfrutarla en tiempo e intensidad.
Posiblemente la forma más emocionante de experimentar el Gran Cañón sea un viaje en balsa. Hubo un tiempo en que esto era una aventura de vida o muerte. Pero en 1963, El Cañón Glen domó al río haciendo una presa. Actualmente hay empresas que organizan viajes en balsa, desde un día en aguas tranquilas hasta aventuras de varios días en aguas rápidas. Una de las atracciones que se han creado para poder realizar una visita rápida al cañón es la Skywalk, un mirador montado sobre una plataforma circular con suelo de cristal en el West Rim que permite tener la sensación de caminar sobre el Gran Cañón. Sobresale del precipicio a 1400 metros de altura.
La visita del Gran Cañón del Colorado formó parte de un sueño cumplido: mi vuelta al mundo del 2011. Si dispones de tiempo es recomendable acceder al Grand Canyon National Park en coche desde Flagstaff con un atractivo trayecto que va desde los paisajes boscosos hasta el terreno árido, para entrar al South Rim (Rivera Sur). Muy interesante pernoctar dentro del Parque Nacional reservando con antelación. Tuve la fortuna de poderlo hacer en el legendario Hotel El Tovar. Recuerda: esta belleza admirable está muy frecuentada y recibe anualmente más de 4,5 millones de visitantes. No dejes tu visita a la improvisación.
Acercarte al borde del Gran Cañón y pararse el mundo
Una de las experiencias viajeras más memorables que recuerdo es observar ensimismada esta maravilla. Un madrugón más que gratificante para estar sola frente al ÉL y la magia se multiplica. Pasear por el South Rim Walk, acercándote al borde del Gran Cañón desde los múltiples miradores. Que vaya apareciendo el abismo de más de 1800 metros, es realmente mágico.
Sin embargo, aún hay una experiencia todavía más sobrecogedora: verlo a vista de pájaro.
Sobrevolar el Gran Cañón en helicóptero
Sobrevolar el cañón en helicóptero aporta una perspectiva incomparable. Mariposas en el estómago, nudo en la garganta y mucha adrenalina. La magnífica hendidura a tus pies aumenta la sensación de magnitud. Desde la altura se aprecian unas dimensiones colosales y allí, abajo, un hilo de color rojizo se divisa en la profundidad de la garganta: el río Colorado. Tan pequeño desde las alturas y un efecto de erosión tan colosal.
Se trata de un vuelo de 25-30 minutos, de los cuales solo 15 se sobrevuela el cañón. ¡Pero es un espectáculo!. Cuando vuelves a pisar tierra, retornas a la vida real y es, entonces, cuando la magia se diluye y empieza el recuerdo.
Lo ideal es incorporar este Parque Nacional en un roadtrip por el oeste americano. Fue uno de mis viajes memorables visitando las Maravillas del Oeste Americano.
«Quienquiera que se sitúe al borde del Gran Cañón contempla un espectáculo que no tiene rival en esta tierra» (Geólogo François E Matthes)