Belfast, la capital de Irlanda del Norte, hoy vive en paz. Después de décadas con el conflicto que ellos llaman «The Troubles», que ha enfrentado a la población católica y republicana (que aspira a separarse del Reino Unido) y otra parte de la población, protestante (afín a los británicos). Hoy en día, Belfast es una atractiva ciudad con museos, patrimonio artístico, tiendas, históricos pubs y restaurantes. Ésta es la renovada Belfast y 5 de sus imperdibles de visita obligada.

1. Centro Interactivo Titanic Belfast
Belfast es sinónimo de Titanic. Hace más de 100 años, se construyó el famoso buque en el mismo lugar donde se ubica este centro, imprescindible en una visita a la capital de Irlanda del Norte. Inaugurado en 2012, cien años después del hundimiento del transatlántico, se trata de una experiencia en sí misma. Este nuevo barrio («Titanic Quarter») de la renovada Belfast, es hoy una zona de moda que mira al mar, después de décadas de decadencia. El magnífico edificio que acoge al Centro interactivo Titanic Belfast simula la proa del buque y el hielo que causó su hundimiento, en el que murieron más de 1500 personas, convirtiéndola en una de las mayores tragedias marítimas en tiempos de paz.



Este museo-experiencia, recopila en seis plantas toda la historia del Titanic, desde el sueño de su construcción hasta el dramático final. Imágenes, efectos especiales, reconstrucciones, fotografías y un sifín de información te acompañan durante la visita. Cuando llegas a la planta superior y después de la inevitable cola, un pequeño vehículo suspendido del techo te transporta durante unos minutos por las estancias del buque, pudiendo observar los detalles de su construcción. El sistema de audiofonia, integrado en el vehículo, te proporciona las explicaciones en tu idioma. Una manera original de aproximarte, un poco más, a los entresijos del Titanic.
Contenido
El Titánic es Belfast y ésta ciudad es el Titanic. Un binomio indisoluble


2. Ayuntamiento de Belfast (City Hall)
En la céntrica Plaza Donegall, encontramos uno de los edificios más notables de la ciudad: su Ayuntamiento, el City Hall, sede administrativa de Belfast. Construido a finales del siglo XIX, en época de la prolífica Reina Victoria, es un punto neurálgico de reunión y de manifestaciones. Destaca su enorme cúpula central de color verde de estilo clásico renacentista y preside una de las plazas más bonitas de Belfast. Se puede visitar gratuitamente accediendo a su interior y hay tours guiados de 45 minutos.
La Plaza Donegall es el centro neurálgico de la ciudad y allí se reúnen amigos y se manifiestan los ciudadanos
Desde hace ya unos años, la bandera del Reino Unido no ondea en el edificio «por respeto a las diferencias ya conocidas». Sólo en ocasiones especiales, la bandera británica está presente. El parque que lo rodea, se construyó pensando en que los trabajadores pudieran descansar de los humos de las fábricas y hoy en día, sigue siendo un lugar público para descansar y punto de encuentro especialmente en los días soleados.


3. Murales de Belfast
Recorrer los muros de la ciudad pintados con murales alegóricos a las últimas décadas de Irlanda del Norte, es una de las actividades imprescindibles para entender esta tierra. Más de 30 kilómetros de cemento y alambres dan testimonio de que uno de los conflictos más recientes en el continente europeo sigue sin estar del todo resuelto. «¿Por qué sigue en pie el muro, después del acuerdo de paz?», le pregunto a Jack ex-miembro del IRA. «Porque no nos fiamos los unos de los otros y así vivimos más tranquilos», me responde. Los centenares de murales alegóricos a los líderes de ambos bandos (unionistas o republicanos). El «Tour político» me ayudó a entender la historia reciente de Irlanda del Norte y las tensiones que aún en día perduran.


Poder escuchar a un ex miembro del IRA y a otro que vive en Shankill, es una experiencia imperdible para entender la historia de esta comunidad
Pero no todo son murales políticos. También los hay de múltiples temas y algunos muy bonitos y elaborados. Se pueden encontrar en un callejón, al girar una esquina, en una céntrica fachada y en el interior de un pub. Recorrer Belfast buscando paredes pintadas es divertido.


4. Universidad de Belfast y Jardín Botánico
En Belfast encontramos la novena universidad más antigua del Reino Unido, fundada en 1845: la Queen’s College Belfast (QUB). Entrar en sus patios interiores, en verano, es puro sosiego. Una inmensa tranquilidad antes de que se inicie el curso académico, que alberga a más de 25.000 estudiantes y un claustro de profesores con más de 1.500 docentes.

Inaugurada por la Reina Victoria (¡cómo no!) cuatro años después de su fundación, esta universidad pública goza de reconocimiento internacional. Por aquí han pasado personajes ilustres, desde un premio Nobel hasta una presidenta de Irlanda y otros políticos.


Muy cerca de la Universidad, se encuentra el Jardín Botánico. Las dos visitas se pueden realizar conjuntamente. De origen privado, fue inaugurado al público en 1895. Entre otras estructuras, destaca la Palm House, un invernadero metálico blanco y curvilíneo. Las plantas que alberga este jardín botánico pertenecen a diversas familias botánicas. Es muy agradable pasear por sus instalaciones y saborear la tranquilidad del lugar.

5. Los Pubs de Belfast
Nuestros bares, son los pubs de Irlanda. Centros de reunión y ocio en dónde saborear una buena cerveza (aquí la Guiness de Irlanda también goza de un buen mercado) para reunirte con los amigos , comer algunas especialidades de la gastronomía local o escuchar música irlandesa. Los hay que datan del siglo XVIII. Una ruta por los principales pubs de Belfast, es un imperdible de esta ciudad. Lejos quedan los ataques recíprocos de los unionistas y republicanos, que se hacían en los pubs del bando contrario. Ahora es tiempo de divertirse, beber una buena pinta y disfrutar.

El famoso pub “The Crown”, muy cerca del hotel Europa, es uno de los más frecuentados por los turistas y forma parte del tesoro nacional Irlandés. Su curiosa historia y magnífica decoración merecen la pena, aunque solo sea entrar a verlo. Hay muchos más: McHugh, Robinson’s Bar, Whites Tavern, Hatfield House … El Duke of York destaca por tener un patio interior con bonitos murales pintados en sus paredes. Cuando estuve allí, coincidí con una tuna de Alicante que viajaban por Irlanda del Norte animando los locales de Belfast. Escuchar a la tuna cantando «Clavelitos» en un pub irlandés, fue toda una experiencia…


Belfast tiene mucho que ver y disfrutar y si el viaje continúa por el resto de Irlanda del Norte, la cantidad de sorpresas que depara este país es enorme.
Welcome to North Irland!