El taxista paró delante de un edificio regio a la orilla de un bonito canal. Un rótulo en la pared, junto a la puerta, indicaba su nombre. Dicen que el mejor hostel del mundo. Un timbre que conectaba con la recepción daba acceso al edificio. Una amplia escalera invitaba a subir. A la izquierda y apoyada en la pared, había una bicicleta de paseo. Al llegar al rellano, ubicado en el primer piso, una puerta con múltiples carteles explicativos se abría apretando otro timbre. Al cruzar el umbral, apareció un mundo distinto y agradable lleno de luz y color.
Un amplio espacio que invita al entretenimiento. Una chica en el sofá con su portátil y un chico mas allá con portátil y móvil. La estancia es luminosa y la decoración ecléctica y alegre. La chica de la recepción nos atiende con una amabilidad y diligencia notables. Nos enseña en detalle las zonas comunes: las salas, la cocina, los baños y duchas. Nos comunica las instrucciones a seguir :
-no se pueden utilizar zapatos en todo el interior y te dan unas zapatillas que debes usar durante tu estancia.
-la cocina tiene diferentes neveras y armarios para guardar tu comida, que debe estar marcada con tu nombre en etiquetas adhesivas. No hay horario en la cocina. Puedes freírte un huevo frito o tomar una sopa a las tres de la madrugada.
Al llegar al hostel te informan de las normas e instrucciones y te enseñan todas las instalaciones
-nos informan de las actividades diarias que organizan: manualidades, cocinar en grupo, cursos y mucha interacción entre los huéspedes que provienen de todas partes del mundo.
Nos asignan la habitación, una doble con baño. Hay habitaciones múltiples grandes y más pequeñas según las necesidades de los viajeros. Desde nuestra ventana casi tocamos el canal que transcurre enfrente del edificio. La orientación al cliente es total. Te sientes bien tratado y atendido, con una actitud amable, simpática y eficiente. Los baños comunes y duchas están impecables. A cualquier hora del día están limpios y con música clásica… Te preguntas cómo pueden mantenerlos tan limpios con este trajín de gente a todas horas.
La ubicación es excelente: en una tranquila calle céntrica con un canal que resulta ser el río Moika y cerca de varios de los lugares turísticos de la ciudad.
Cocinar en dos ocasiones una tortilla de patata para disfrute de los viajeros que se hospedaban en el hostel
El interés de una madre e hija coreanas, en la elaboración de uno de nuestros platos más tradicionales era realmente divertido. Los chicos australianos que nos despidieron alabando la tortilla. Las interesantes conversaciones, durante el desayuno, con las chicas americanas. El chico esloveno que se colgaba de la barra de los baños para trabajar sus músculos. Y la señora jubilada de Taiwan. Y tantos momentos …
La vuelta al hostel, cuando ya había anochecido, bordeando el canal de nuestra calle era un momento encantador. Revisábamos mentalmente todo lo que habíamos conocido durante la jornada, en esta espectacular ciudad de San Petersburgo y avanzábamos motivados hacia nuestro alojamiento para seguir disfrutando con los viajeros. Sin duda, un gran hostel y según indican los rankings en internet, el mejor hostel mediano del mundo. Un lugar para conocer, volver y repetir.
Moika embankment 62/2 app 9. 190000 St Petersburg, Russia. www.soulkitchenhostel.com