Shanghai en una escala de 12 horas

Vuelvo a poner los pies en China después de casi 20 años cuando viajé al país para ir a buscar a mi hija. Aquel fue un trayecto repleto de grandes dosis de inquietud y emociones a
una China que se encontraba en una etapa crucial transformación. Aterrizo en Shanghai en una escala de 12 horas y pretendo conocer lo que pueda de esta ciudad epicentro económico del país. Con todo esto, estoy en tránsito de Osaka a Shanghai y de regreso a casa , después de haber viajado sola por Japón durante un mes disfrutando del maravilloso momiji

Shanghai en una escala de 12 horas
Skyline de Shanghai en China

Un chico llamado Gao

Otoño 2019. Dispongo de doce horas para conocer lo esencial de esta ciudad, aprovechando una escala aérea en el trayecto entre Japón y Europa. Así que no hay tiempo que perder; el avión aterriza en el aeropuerto de Pudong y en cuanto me despojo del equipaje, dirijo mis pasos a tomar el metro que me llevará hasta el Bund. Mientras me estoy «peleando» con la máquina para conseguir el billete, se acerca amablemente un chico joven de nombre Gao y me ofrece ayuda. Acabará siendo mi compañero de viaje durante el desplazamiento en metro de aproximadamente una hora y pico.

Shanghai en una escala de 12 horas
Rascacielos de Pudong, Shanghai

Su fluido inglés nos permite comunicarnos y charlar un buen rato. Así como en China pude hablar con la gente inglés, en Japón muy pocos lo hablan. Le comento que a mi llegada al aeropuerto, ha sido imposible conectarme a una wifi y quiero enviar un mensaje a mi familia. Me brinda la posibilidad de acceder a internet a través de su móvil. Pero la dicha dura poco. Whappsap está castrado. Gmail no aparece. Tampoco Instagram ni Facebook. Ninguno de ellos existe en China. Tienen sus propias aplicaciones, cerradas y sólo para uso interno. ¡Nunca me sirvió de tan poco disponer de internet! Como Gao se quedó con mi número de móvil, me contactó al inicio de la pandemia para ¡pedirme mascarillas! 

Shanghai en una escala de 12 horas

Escala de 12 horas en Shanghai

Pudong, el corazón financiero de China

Llego al centro de la ciudad en este Shanghai en una escala de 12 horas. Me despido de Gao agradeciéndole su gentileza y decido apearme en una estación que se ubica justo entre los famosos rascacielos de Shanghai. Salgo al exterior y me envuelve un día frío y húmedo con llovizna incluida. Se acabó el buen tiempo que he disfrutado en Japón, pienso. Sin previo aviso, doy de bruces con “The Pearl”, la Torre de la Perla Oriental, uno de los iconos de la ciudad desde 1995. Sus 468 metros de altura imponen. Camino hacia su base atravesando una inmensa pasarela peatonal de 360 grados que te salva del denso tráfico. 

 

Asimismo, la torre tiene tres niveles con miradores, el más alto está situado a 350 metros y recibe el nombre de “Módulo Espacial”. Existe otro mirador a 263 metros y el último a 90 metros. También cuenta con un restaurante giratorio a 267 metros. Sin embargo, en mi escala de 12 horas en Shanghai no tengo tiempo de subir a ningún mirador, así que me limito a conocer el enorme vestíbulo, mirar algún souvenir y comprarme una boina porque hace un frío que pela.  

Shanghai en una escala de 12 horas
Una señora china me pide una foto con ella en Shanghai

Mientras observo sus inconfundibles esferas, una chica se acerca a mí y me comenta que su madre, que sonríe a escasos metros, está muy ilusionada por hacerse una foto conmigo. Claro que sí, le contesto y posamos juntas. No hay turistas ni demasiada gente y aquí estoy, fotografiándome con una señora china que no conozco de nada, en el vanguardista distrito de Pudong, el corazón financiero de China. Decido entrar al bonito Starbucks ubicado enfrente de «La Perla» y disfruto de esta torre emblemática mientras mi cuerpo se reconforta con un chai latte

Shanghai en una escala de 12 horas
Edificios emblemáticos del distrito financiero de Shanghai

Estoy rodeada de majestuosos rascacielos: la Torre Shanghai, la más alta superando los 600 metros y su inconfundible relieve helicoidal; la veterana Torre Jin Mao y la Shanghai World Financial Center (SWFC), conocida como “el abrelatas”. Todas ellas con magníficos miradores desde donde observar unas espléndidas panorámicas. El boom de la economía china queda reflejado en esta arquitectura ultramoderna y visión futurista de la ciudad.

El Bund 

Mitico skyline de Pudong en Shanghai

Debido a que el tiempo apremia, es momento de conocer el Bund, el pasado de Shanghai y su corazón histórico. La estación de metro East Nanjing Road, me devuelve al otro lado del río Huangpu. Buscando uno de los skylines más famoso del mundo, me acerco al paseo marítimo desde el que se divisa una espectacular perspectiva de Pudong.

Los rascacielos que me envolvían anteriormente empiezan a iluminarse y las vistas te encienden todos los sentidos. Unos novios se hacen un reportaje con este maravilloso telón de fondo. Turistas de cualquier punto del planeta, inmortalizan el momento y yo hago lo propio. Emocionada de haber recalado en esta ciudad por unas horas, disfruto del momento.

Shanghai en una escala de 12 horas
Una de las calles peatonales del Bund, Shanghai

Durante mi éxtasis contemplando el espectáculo del skyline, empieza a caer una tormenta que me obliga a interrumpir el mágico momento y me voy corriendo detrás de los novios que huyen de la lluvia escaleras abajo. El Bund me enseña edificios art déco y neoclásicos, de belleza decadente y testigos de un antiguo pretérito colonial. El pasado canalla de Shanghai de opio y clubs nocturnos, ya es historia y está cambiando a la velocidad de la luz, convirtiéndose en el buque insignia de China. De hecho, Shanghai, ciudad portuaria cercana a la desembocadura del río Yangtsé, emerge con sus rascacielos de diseño, coches de alta gama, tiendas de lujo y modernos barrios.

 

Ciertamente, el Bund refleja el pasado y nos recuerda la presencia hegemónica de las potencias extranjeras y Pudong el resurgimiento como cabeza de dragón de una ambiciosa nación. Me voy de la ciudad con un cielo negro entre rayos y truenos. Mientras realizo el trayecto de vuelta al aeropuerto, esta vez con la compañía de una madre y su hija polacas de visita en la ciudad, pienso en esta brutal dualidad entre pasado y futuro que acompaña a la transformación de esta superpotencia asiática.

Volveré a esta ciudad sin prisas. De hecho, estoy contenta con lo que he podido ver de Shanghai en una escala de 12 horas.

Shanghai, ¡me ha encantado conocerte! 

Unos visitantes locales fotografiándose en Shanghai

Autor entrada: Beatriz Lagos

Soy Bea. Me encanta viajar y fotografiar. Viajo desde siempre y siempre que puedo . Conocer , experimentar y rodar por el mundo.

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