Este país ubicado entre los Balcanes y el Mar Negro, es una caja de sorpresas. Bulgaria es uno de los destinos más desconocido y menos turístico de Europa a pesar de ser muy interesante. Entre oriente y occidente, encontraremos montañas de ensueño, ciudades medievales, playas en un mar interior y una sorprendente colección de iglesias ortodoxas de sutil belleza. En este artículo te muestro Bulgaria y sus iglesias, descubriendo las más bellas.
¡Bienvenidos a Bulgaria!
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Bulgaria, datos que conocer
Encajada entre Grecia, Macedonia del norte, Serbia, Rumania y Turquía, Bulgaria siempre ha estado rodeada de potentes culturas, desde los griegos y romanos, al Imperio Otomano sin olvidarnos de Rusia. A pesar de que por aquí ha desfilado todo el mundo, Bulgaria ha sabido construir su propia historia iniciada con los tracios -la etnia de Espartaco- reafirmándose con los dos imperios búlgaros de los siglos VII y XII. Con 7 millones de habitantes, el tamaño de este país representa una quinta parte de España, sin embargo su extraordinaria diversidad y riqueza natural, conforman un patrimonio increíble. Pertenece a la Unión Europea pero no utiliza el euro. Su moneda es el lev búlgaro, dos levas equivalen aproximadamente a un euro.
Después de permanecer casi 500 años bajo el poder de los otomanos, Bulgaria renació a finales del XIX y llegó a ser un estado independiente en 1908. Desde 1945 hasta 1989 estuvo tras el Telón de Acero, antes de convertirse en una democracia que se integró en 2007 en la UE. La cordillera de los Balcanes ocupa la parte central del territorio al que divide en dos partes. La superior ocupada por el Danubio y al sur por las fértiles tierras de Tracia. La capital Sofia, no es la ciudad previsible gris y anodina herencia de los soviéticos. Todo lo contrario, su centro con un moderno metro, es un verdadero tesoro. Maravillosas iglesias, un tranvía de aire setentero y el animado Bulevar Vitosha, la principal arteria del centro de la ciudad.
Después de 44 años siendo una república socialista, desde 1990 Bulgaria es una república parlamentaria. Asimismo es un estado laico en el que un 60% de la población pertenece a la iglesia ortodoxa, aproximadamente un 8% practican el islam y una minoría el cristianismo. Otras ciudades importantes son Plovdiv, Varna y Burgas ésta última a orillas del Mar Negro. Mención especial merece la antigua capital del Segundo Imperio Búlgaro, Veliko Tárnovo a 250 kilómetros al norte de Sofía, preciosa ciudad fundada por los tracios. Ahora que ya conoces algo más de este país vamos a adentrarnos en Bulgaria y sus iglesias, descubriendo las más bellas.
Pinturas sagradas
La Iglesia ortodoxa búlgara ha generado una espectacular colección de templos y monasterios cuyas paredes exteriores e interiores están recubiertas desde hace siglos por pinturas sagradas. Desde las grandes ciudades hasta los pequeños pueblos o incluso aisladas en remotos parajes naturales, nos deleitan la vista. Algunas iglesias como la de Boyana, conservan frescos del siglo XIII considerados los mejores de su tiempo en Europa y precursores del arte italiano que desembocó en el Renacimiento.
Encontramos monasterios que conservan representaciones sagradas del siglo XVI como Karlukovo, Rozhen o Strupets. La Iglesia de San Esteban de Nesebar destaca por sus murales de los siglos XVI al XVIII. Cuando el país se libró del yugo otomano, en el último cuarto del XIX, el movimiento del Renacimiento búlgaro impulsó una intensa actividad pictórica en santuarios como el de Rila, el centro espiritual del país.
Las mejores iglesias en Sofía
La capital búlgara, tomó su nombre de una iglesia, la de Santa Sofía en el siglo XIV -no confundir con la famosa Santa Sofía de Estambul- y fue durante el Segundo Imperio Búlgaro (siglos XII al XIV). En el siglo XVI durante la época otomana, la iglesia se convirtió en mezquita: los frescos originales del siglo XII se destruyeron y se añadieron minaretes. En el siglo XIX, dos terremotos destruyeron uno de los minaretes y la mezquita se abandonó. El proceso de restauración comenzó después de 1900.
Catedral de Alexander Nevsky
Iniciamos nuestro periplo por la capital y por todo lo grande: la Catedral de Alexander Nevski, una joya neobizantina símbolo de Sofía y sede del Patriarcado de Bulgaria. Considerada la segunda catedral más grande de los Balcanes, después del templo de San Sava en Belgrado, se alza imponente. Construida entre 1882 y 1912, se necesitaron 30 años para su construcción y se financió gracias a donaciones del pueblo búlgaro. Sus 72 metros de alto se elevan sobre la avenida del mismo nombre con una gran perspectiva que permite disfrutar de ella sin obstáculo alguno.
La figura de Alejandro Nevski es venerada como un santo en el mundo de la Iglesia ortodoxa, personaje clave en la historia medieval rusa por su defensa del cristianismo ortodoxo. Este majestuoso templo se levantó para rendir honor a los rusos que cayeron durante la guerra de liberación búlgara del Imperio Otomano. Finalmente, el 3 de marzo de 1878 se firmó el tratado de San Stefano por el que Bulgaria quedó oficialmente libre del yugo turco.
El interior de la catedral también es admirable. El iconostasio es precioso, los suelos de mármol y la decoración propia de las iglesias ortodoxas que otorgan ese aire misterioso y sombrío. Particularmente me encantan estos interiores tan diferentes a las iglesias católicas. Merece la pena bajar a los sótanos de la Catedral Alexander Nevski de Sofía, donde encontrarás una colección de iconos religiosos que se encuentra entre las mas destacadas del país.
Iglesia rusa de San Nicolás
Próxima a la Catedral Alexander Nevsky, se encuentra otra joya: la Iglesia de San Nicolás conocida popularmente como la Iglesia Rusa. Construida a principios del siglo XX en la ubicación de una antigua mezquita que fue destruida en 1882, tras la liberación de Bulgaria de los otomanos por los rusos. En aquella época reinaba el zar Nicolás II y por ello se consagró a San Nicolás.
La encontré coqueta y bonita en un día soleado en el que la luz hacía relucir sus cinco cúpulas revestidas de oro. La construcción comenzó en 1907 y la iglesia fue consagrada en 1914. Permaneció abierta después de la Revolución Rusa y durante el período comunista en Bulgaria (1944-1989).
La cripta alberga los restos del santo arzobispo Seraphim y se encuentra debajo del piso principal De la iglesia. Decenas de personas aún visitan la tumba del arzobispo, fallecido en 1950, rezando y dejando notas pidiendo que se concedan los deseos. Yo también escribí el mío y lo deposité en la caja de madera.
Mezquita Banya Bashi
Esta preciosa mezquita se encuentra en el centro de Sofía. Construida durante el periodo otomano, a finales del XVI es una de las más antiguas de Europa y mantiene la típica estructura arquitectónica de las mezquitas turcas. Su gran cúpula y minarete pueden ser vistos desde los alrededores que son francamente bonitos, por la presencia de interesantes monumentos históricos. Es la única mezquita que sigue abierta al culto islámico en Sofía y atiende a unos 10.000 fieles. Es una delicia pasear al atardecer por esta zona de Sofía, la más atractiva del centro de la capital.
Iglesia de Boyana, Patrimonio de la Humanidad
Esta iglesia ortodoxa búlgara ubicada a las afueras de la capital es una de las joyas medievales de Europa. Su aspecto exterior de ladrillo y piedra no da pistas de su tesoro interior. La iglesia se mantiene cerrada y una chica la abrió para poder visitarla. Data de finales del siglo X o principios del siglo XI, por lo que hablamos de diez siglos de edad. La iglesia es célebre por sus frescos, realizados en 1259 sobre otros más antiguos.
Representan uno de los modelos más intactos y mejor conservados del arte medieval de Europa Oriental. Cuenta con un total de ochenta y nueve escenas con doscientas cuarenta figuras humanas. Se trata de un autor desconocido, pero se cree que podría pertenecer a la escuela de Tarnovo La iglesia tiene frescos desde el siglo XI hasta el XVII y desde 1912 han habido varios procesos de restauración, gracias a los cuales podemos disfrutar de este Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1979. Como curiosidad, en el exterior hay unas secoyas que fueron trasladadas por mar desde América.
Monasterio de Rila el centro espiritual de Bulgaria
Existen sueños viajeros que cada uno tenemos guardados en nuestra lista deseada de lugares a conocer. En este viaje comparto un deseo con mi compañera de viaje María. Ambas habíamos visto imágenes de este lugar y nos enamoramos de él. Algo así nos pasó con Samarcanda y su plaza del Registán en Uzbekistán en plena Ruta de la Seda, a donde tuvimos la oportunidad de viajar juntas también. Llegamos al ansiado Monasterio de Rila la joya de Bulgaria y sus iglesias descubriendo las más bellas. Sin lugar a dudas el monumento histórico, arquitectónico y cultural más importante del país y considerado uno de los monasterios más espléndidos de Europa.
Fundado en el siglo X, Rila ha sido el centro de la vida social y espiritual de los búlgaros desde la edad media, manteniéndose como un bastión de su identidad nacional. Hoy, reconocido como Patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1983, el monasterio es uno sus grandes reclamos turísticos -en un país con poco turismo- con cerca de un millón de visitantes al año. Por todo ello, es una excursión imprescindible desde Sofía. Los 120 kilómetros que separan el monasterio de la capital, se recorren en unas dos horas de trayecto. Además está ubicado en un precioso paraje: en las montañas de la cordillera de Rila, a donde se retiró como ermitaño Iván Rilski quien posteriormente fue canonizado como San Iván de Rila.
La entrada al monasterio ya promete. Arropado entre enormes abetos, el acceso al complejo transcurre entre varios arcos pintados y empiezas a atisbar el festín que te espera dentro. En su centro destaca la iglesia de la Natividad de la Virgen María, con sus cinco cúpulas, tres altares y dos capillas laterales. La fachada sorprende por sus franjas de colores y líneas sinuosas. No obstante, el mayor espectáculo son los frescos de la galería.
Las vistosas pinturas exteriores, obra de los artistas religiosos más reputados del siglo XIX, describen pasajes bíblicos. Hombres que pelean con los demonios y escenas celestiales en los techos con predominio de azules y dorados, entre otros. No hay ni un solo centímetro sin decorar y tu cerebro va a mil por hora procesando tanto detalle. ¡Nunca he visto nada así!
Cuando cruzas el umbral de la puerta de entrada a la iglesia, te invade la penumbra como es habitual en las iglesias ortodoxas. Hay una larga lista de prohibiciones para acceder a su interior, entre otras, no entrar con mochila, ni pantalones cortos ni hacer fotos. Pero no pude resistir la tentación de sacar el móvil y guardar alguna instantánea. Los fieles se acercan al iconostasio para besar la imagen de la virgen. Este muro de iconos y pinturas religiosas que separa la nave del presbiterio es muy característico de las iglesias ortodoxas.
Aquí reposan personajes ilustres de la historia búlgara. Un hombre feudal, Hrelja que en el siglo XIV mandó reconstruir el monasterio tras un incendio; un monje, Neofit de Rila que impulsó el Renacimiento búlgaro en el s. XIX y un rey, Boris III, protagonista de la reconquistada soberanía de Bulgaria durante la primera mitad del siglo XX y padre de Simeón de Bulgaria que ha vivido décadas de exilio en España y llegó a ser primer ministro de su país.
El edificio más antiguo del monasterio no es su iglesia sino su torre defensiva, la torre de Hrelja, sí , el señor feudal. Con sus cinco pisos y 23 metros de alto, domina el recinto desde 1335. En su interior hay una capilla dedicada a la Transfiguración de Cristo. Si visitas esta joya de Bulgaria y sus iglesias, descubriendo las más bellas, ves con tiempo porque el Monasterio de Rila merece ser saboreado con tranquilidad, sosiego y placidez. Aprovecha para visitarlo ahora que todavía no hay demasiado turismo en Bulgaria. Es casi un privilegio poder conocer una joya europea como ésta sin apenas turismo.
Plovdiv, la ciudad más antigua
Probablemente Plovdiv es la ciudad más antigua de Europa puesto que ha estado habitada sin interrupciones desde el 4000 A.C. Esta bella localidad, la segunda del país y la de mayor interés patrimonial, es una sucesión de maravillas búlgaras. Cuenta con un fantástico barrio histórico lleno de villas del pintoresco Renacimiento búlgaro, de los siglos XVIII y XIX, algunas convertidas en museos. Además de su impresionante anfiteatro romano, todo se alinea en torno a la parte alta donde permanecen los restos de la primera fortaleza tracia de Nebet Tepe, que quizá tenga siete milenios. Sin embargo, los fans de la arquitectura religiosa están de suerte: hay magníficas iglesias en Plovdiv.
La Iglesia de San Constantino y Santa Elena construida en 1832 por el arquitecto Petko Boz es inconfundible en su exterior por su elegante campanario blanco. En su interior destaca un espectacular iconostasio de madera tallada y policromada, el mejor que pude conocer en mi viaje por Bulgaria. Otro elemento destacable es el púlpito de madera tallada. En el interior de la iglesia compuesta por tres naves coronadas por un techo abovedado, sobresale un rica decoración de pinturas murales.
Nesebar, la mayor concentración de iglesias
Llegamos a la costa búlgara del Mar Negro y a la ciudad de Nesebar, en la provincia de Burgas y ubicada en una península. La tres veces milenaria Nesebar está inscrita como Patrimonio de la Humanidad desde 1983. Un lugar especial para los viajeros interesados en el patrimonio histórico y artístico que atesora su casco antiguo. Su emplazamiento estratégico para los tres imperios históricos de Bulgaria: el bizantino, el búlgaro y el otomano, ha convertido a esta localidad en una de las ciudades con mayor número de iglesias per cápita del mundo. Llegaron a existir hasta 42 y actualmente se conservan 13. Para entender la historia de Nesebar es conveniente iniciar la visita en su Museo Arqueológico, justo a la entrada de la población. En sus tres salas encontramos a los Tracios, Griegos, Romanos, Bizantinos y Edad Media.
Algunas de las más interesantes son:
- Sveta Sofia: reconstruida en el siglo IX y antigua catedral de la isla, situada en el centro del casco antiguo
- Iglesia Cristo Pantokrator: data del siglo XIV y es uno de los templos más espectaculares
- Sveti Stefan: considerada la mejor iglesia de Nesebar, construida en el siglo XIII, y posteriormente ampliada
- Sveti Spas: data de la ocupación Otomana, en el siglo XVII. Es sencilla y se encuentra bajo el nivel del suelo
- Iglesia de San Juan Bautista: construida en el siglo XI y con un exterior que es una maravilla
Además de iglesias medievales, Nesebar es uno de los centros turísticos más importantes de Bulgaria. Aquí se encuentra Sunny Beach, el mayor resort de veraneo del país que cada año atrae a miles de turistas. El casco antiguo tiene mucho encanto y pasear por sus callejuelas entre cafés y restaurantes hacen que la visita a esta localidad sea una delicia.
Iglesia Memorial de Shipka
Le tenía muchas ganas a este templo construido cerca de la ciudad búlgara de Shipka, bello pero con un pasado tortuoso y dramático. Rodeada por montañas de los Balcanes y bosques, sus cúpulas doradas en forma de cebolla se divisan desde lejos y revelan su origen ruso. El templo que ahora pertenece a la iglesia ortodoxa búlgara fue construida entre 1885 y 1902 al mas puro estilo moscovita del siglo XVII y me traslada a las iglesias de Moscú en mi viaje en 2019.
El edificio está dedicado a los soldados rusos, ucranianos y búlgaros que murieron en la contienda de la liberación de Bulgaria en la Guerra Ruso-Turca de 1877-1878. La iglesia fue inaugurada en el 25 aniversario de dichas batallas. El exterior de la iglesia es impresionante, está muy bien conservada y el entorno es idílico. Vale mucho la pena visitarla y pasear por sus alrededores.
La Capilla Sixtina de Bulgaria
¿Una Capilla Sixtina en Bulgaria? Pues sí, aunque algo diferente a la famosa que todos conocemos de el Vaticano en Roma. La iglesia de la Natividad de Arbanasi está considerada la obra pictórica religiosa más importante de Bulgaria y una de las más bellas de los Balcanes. Arbanasi es un pequeño pueblo ubicado a escasos kilómetros de Veliko Tarnovo, antigua capital de Bulgaria y un imperdible si viajas a este país. Su exterior no llama en absoluto la atención y pasa desapercibida pero en su interior guarda una serie de estancias con unas paredes y techos que son un auténtico tesoro.
No hay un solo rincón sin pintar. Pinturas bíblicas tradicionales del Juicio Final o el nacimiento de Cristo y hasta un árbol genealógico de Cristo, el árbol de Jesé. Las pinturas datan del siglo XVI y fueron realizadas por artistas anónimos. Por el momento visitaréis esta joya prácticamente solos, lo que le da todavía más interés. No es posible hacer fotos en su interior, pero un momento de complicidad con la señora que vigilaba me permitió inmortalizar estas maravillosas pinturas murales, la llamada «Capilla Sixtina de Bulgaria».
Epílogo
Y hasta aquí este artículo de Bulgaria y sus iglesias, descubriendo las más bellas. No dudes en escribir tu comentario para compartirlo con otros viajeros.
Por último quiero agradecer a nuestro guía Deyan su profesionalidad, conocimiento y buen hacer. Supo transmitir su pasión por la historia y el arte en cada una de las visitas a estas maravillosas iglesias. Y ¡gracias María! por compartir otra experiencia viajera, es un placer viajar contigo.
Bulgaria, ¡nos has encantado!