Muchos son los retos en este siglo XXI, algunos esenciales para la supervivencia del planeta. Ésta pretende ser una serie de reflexiones personales de dónde estamos y hacia dónde vamos -si los humanos no lo remediamos- ¿Retos del siglo XXI o supervivencia?
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Escena 1: la basura nos come
Charly Sinewan (@charlysinewan), amante de la vida y motero, está dando la vuelta al mundo. Tal y como narra él en uno de sus vídeos de YouTube, conduce su moto por un lugar poco explotado de la Riviera Maya. Todavía no se ha cruzado con nadie en la última hora. De repente, en la siguiente curva, aparece un coche aparcado a la izquierda, casi en medio del camino. Una cáscara de plátano, en una perfecta hipérbole, vuela por encima de su cabeza. «¡Señor, se le ha caído una cáscara de plátano!», chilla Charly mientras se aleja atónito en su moto y pensando: ¿Cómo alguien puede tirar basura en esta naturaleza tan magnífica?
Reflexión: La degradación del planeta es cosa de todos. Tenemos la capacidad suicida de destruir la vida en la Tierra: se talan bosques, se contaminan ríos, se invaden los océanos con plástico, se destruye la capa de ozono… Todo empieza con una simple cáscara de plátano.
La salud del planeta es “tan grave”, dice la ONU, que la vida de las personas se verá en una situación «desesperada» en poco más de treinta años
Las predicciones después de la reciente «Cumbre sobre el Clima, 2019» en Nueva York, arrojan un balance catastrófico, si el ser humano no lo remedia y no parece que los líderes mundiales se pongan de acuerdo para frenar la tendencia. Se prevé que 140 millones de personas de África, Asia y América Latina abandonarán sus países de aquí al 2050, por los efectos catastróficos del cambio climático y se convertirán en «refugiados climáticos».
¿Reto del siglo XXI o pura supervivencia?.
Escena 2: la desigualdad
“¡Niñas, coged las huchas y salid a postular”, ordena Sor Gabriela, la monja encargada “del Domund”. Aquellas huchas amarillas y azules iban a salvar vidas, gracias a la solidaridad del “primer mundo”. Yo sólo tenía 10 años y mi mayor preocupación era recoger el máximo dinero posible para “los negritos de África que pasaban mucho hambre”.
Reflexión: Erradicar la pobreza extrema es un reto que se pierde en la historia y sigue vigente en el siglo XXI. Más de 1.000 millones de personas viven con menos de un dólar al día. Cierto es que aquella África de los años 70, no es la actual y que Asia ha mejorado de forma ostensible su nivel de vida. Sin embargo, la desigualdad sigue siendo un reto de la humanidad.
Quizás la búsqueda de la igualdad, en un mundo absolutamente desigual, haya sustituido a la lucha contra la pobreza
La disponibilidad de agua y alimentos, será uno de los retos más importantes para abastecer a una población que en 2050, superará los 9.000 millones. Aumentan las desigualdades y disminuye la pobreza. En consecuencia, ya no reparten las huchas del Domund en los colegios de monjas…
España, por su situación geográfica y características socioeconómicas, es muy vulnerable al cambio climático. Los expertos vaticinan una subida del nivel del mar, sequías, desertización, olas de calor e inviernos más duros.
Escena 3: la sostenibilidad
«Vivo en la Burj Khalifa», nos comenta Lola, con acento andaluz. Acabamos de aterrizar en Dubái y nuestra recién conocida compañera de viaje, una malagueña con desparpajo, nos invita a visitar su casa, ubicada en la torre más alta del mundo. “Mi marido es dubaití y vivo aquí desde hace tres años”, aclara Lola. Al final, no pudimos ir a visitarla.
Reflexión: No sólo la torre más alta del mundo. Dubai posee unos cuantos récords más: el metro más lujoso, el centro comercial más grande y una larga lista a la que se incorporará una torre de 1.300 metros -proyectada por Santiago Calatrava-, superando en altura a la Burj Khalifa. Una obscenidad de lujo, derroche y despilfarro. ¿Quién es el responsable de todo este exceso?: el petrodólar. El oro negro con fecha de caducidad. Porque el petróleo se agota y necesitamos nuevas fuentes de energía. No contaminantes y renovables. Sin energía, no es viable la vida en este planeta. Sin sostenibilidad, tampoco.
El mundo actual es infinitamente más complejo que en la época de nuestros padres. Cierto es, que el espíritu de sacrificio y disciplina de su generación, se diluyen a favor de la capacidad de riesgo, inteligencia artificial y globalización. Los valores heredados de los paradigmas sobre los que se sostenía la sociedad occidental, están en desuso, en entredicho. Muchos son los retos en el siglo XXI y sin duda, habrá que afrontarlos como siempre ha hecho la humanidad: reinventándose. Es indispensable frenar la autodestrucción.
Escena 4: las consciencias
Estoy en Bremen, una de las ciudades más bonita del norte de Alemania. Los niños y la juventud se movilizan en un creciente movimiento internacional «Fridays for Future», que reclama acciones contra el cambio climático y el calentamiento global. Su fundadora, la adolescente activista sueca Greta Thunberg, inició esta movilización en 2018, protestando cada viernes frente al parlamento sueco. Desde entonces ya se han realizado varias huelgas globales por el clima lideradas por los estudiantes. Ellos tienen claro que «No hay Planeta B»
Reflexión: A los 16 años elegí estudiar Ciencias Biológicas porque amaba el planeta. Pero durante mi vida he ido observando la decadencia y destrucción sistemática del mismo. Los niños y jóvenes de ahora tienen la clave del futuro en sus manos. Sin embargo, el mundo actual es infinitamente más complejo que en la época de nuestros padres. Cierto es, que el espíritu de sacrificio y disciplina de su generación, se diluyen a favor de la capacidad de riesgo, inteligencia artificial y globalización
Los valores heredados de los paradigmas sobre los que se sostenía la sociedad occidental, están en desuso, en entredicho.
Muchos son los retos en el siglo XXI y probablemente habrá que afrontarlos como siempre ha hecho la humanidad: reinventándose. Es indispensable frenar la autodestrucción.
Escena 5: Una pandemia mundial
Este artículo fue escrito en mayo de 2019, un año antes del momento más crítico de la pandemia por coronavirus COVID 19 que ya hemos superado. Hoy, 9 de noviembre 2020, una buena noticia nos da luz entre tanta oscuridad: el laboratorio farmacéutico Pfizer ha anunciado que su vacuna contra el coronavirus tiene una eficacia del 90%. Creen que podrían fabricar 1.300 millones de dosis el próximo año, lo que permitiría inmunizar a 650 millones de personas.
Reflexión en mayo 2023: Un año después del inicio de la pandemia, a finales de enero de 2021, el mundo alcanzó los 100 millones de contagios. Doce meses después se sumaron otros 300 millones, los 100 últimos en poco más de cuatro semanas por la expansión de la variante ómicron por todo el planeta; y en otoño de 2022 se rebasaron los 600 millones. La enfermedad COVID-19, ha provocado casi 7 millones de muertos en el mundo.
A fecha de 17 de mayo de 2023, se han registrado en el mundo alrededor de 766,4 millones de casos de coronavirus (SARS-CoV-2)
Hubo un momento que parecía im posible contener al coronavirus y erradicar la pandemia, sin embargo el hombre lo ha vuelto a conseguir. El 5 de mayo de 2023, la OMS ha decretado el fin de la emergencia internacional por la COVID 19. Las vacunas han salvado a la humanidad.
Después de lo que hemos vivido con esta brutal experiencia, todavía tenemos más elementos de reflexión, pero pocas soluciones. ¿Qué más tiene que pasar para que reaccionemos?
(Artículo actualizado en mayo 2023)
Como herramienta de análisis, resulta de ayuda el siguiente libro: «Una nueva época:los grandes retos del siglo XXI» (E.Ontiveros/M.F.Guillen)